El interés por las construcciones modulares y prefabricadas está en aumento, pero una vez construidas y ensambladas en las fábricas, necesitan recorrer el camino hacia su lugar de destino. En este caso no se permitía las obras en el lugar de destino por razones de seguridad, ya que se trata de un edificio de oficinas para una planta química en Bélgica, que tenía restricciones al respecto.
Para dar una solución se contactó con la firma de transporte y logísticaVan der Vlist con oficinas en toda Europa. Están especializados en transportes voluminosos y complicados y como en otros casos han sabido resolver el problema.
El edificio de dos pisos de 25m x 7,5m x total de 7,0m, con un peso total de 120 toneladas consistió en 20 unidades separadas que fueron construidos previamente en una fábrica. Estaba inicialmente previsto ensamblar las piezas en su destino final en Amberes, pero al no ser posible, había que hacerlo en el lugar de producción en Moerdijk.
El edificio fue transportado en dos piezas. Una grúa móvil posicionó la primera sección de la construcción en un semirremolque de 10 ejes, que permitía moverse lentamente a lo largo de las carreteras locales hacia las instalaciones de la terminal portuaria de Van der Vlist para el transbordo. Una vez que llegó al muelle, una grúa móvil de 500 toneladas cargó el edificio en una barcaza, donde fue asegurado. El mismo procedimiento se realizó con la segunda parte. Con las dos secciones aseguradas, se embarcó rumbo a Amberes, donde se montaron las dos partes del edificio de oficinas.
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