Hablar de edificación, no sólo de la de hoy sino también de la del futuro, pasa inexorablemente por hablar de rehabilitación energética. Y no de una rehabilitación que sea un simple lavado de cara o una intervención parcial. Para que esta actuación sea completamente efectiva se debe enfocar como una rehabilitación integral del inmueble en la que se implementen el mayor número posible de acciones para mejorar la eficiencia energética y, de paso, el comportamiento medioambiental del inmueble.
España, con un gran parque edificado de viviendas construido, en un alto porcentaje antes de la aprobación del Código Técnico de la Edificación, tiene ante sí el reto de transformas sus edificios – auténticos depredadores de energía – en otros que consuman lo menos posible. Es, además, una exigencia de Europa que también entiende que el futuro de la edificación pasa por los edificios de Energía Casi Nula (EECN). Los edificios del futuro no sólo consumirán energía o lo harán mínimamente, sino que en algunos casos serán capaces de generar energía por sí mismos.
La pregunta del millón es cómo conseguirlo. Y la respuesta pasa por, esa rehabilitación integral que no olvide ningún posible ahorro de energía y que, desde luego, no se olvide de la envolvente del edificio, la auténtica clave para conseguir ahorros de energía y emisiones significativos.
El aislamiento térmico es imprescindible para dotar a una envolvente de eficiencia energética. El tipo de aislamiento y su espesor vendrán marcados por la necesidad de cada edificio (zona climática, orientación, uso o tipología, etc.). Lo que sí está claro y así ha quedado demostrado, es que con una rehabilitación energética integral es posible mejorar notablemente el comportamiento de un edificio y reducir su consumo.
Si hablamos de la envolvente, la normativa española en materia de ahorro de energía cumple con las exigencias europeas. En la última actualización del CTE DB HE: Ahorro de energía se incluyen transmitancias térmicas de la envolvente en rehabilitación, y en obra nueva se especifican unas recomendaciones que, aunque no garantizan el cumplimiento, sí son valores orientativos para llegar a alcanzar las exigencias normativas de consumo y demanda.
Actuación en la envolvente
Con todas estas premisas pasamos a demostrar con números esta teoría. Un buen ejemplo de cómo una actuación en la envolvente de un edificio puede modificar (a mejor, claro) el comportamiento energético de un edifico es un edificio de cinco plantas y uso residencial construido en la zona norte de Madrid (Zona climática D) en los años 80.
Antes de emprender la obra se documentó exhaustivamente la situación de partida. Se contaba con datos correspondientes a una Certificación Energética E (aislamiento térmico de 3 cm en fachadas y medianeras, carpinterías de aluminio, iluminación estándar y unas instalaciones de climatización centralizada con bomba de calor y torres de refrigeración y generación de ACS con termos eléctricos).
El principal objetivo era reducir la demanda del edificio a uno con valores de un EECN. Se fijó la premisa de que cada planta se utilizará de manera independiente, para evitar robo de calor entre plantas y se realizó un planteamiento para la instalación de soluciones de aislamiento de URSA en la envolvente del edificio.
Los resultados de esta envolvente mejorada fueron significativos (Tabla 1).
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U Antes Rehabilitación (W/m2 K)
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U Después Rehabilitación (W/m2 K) |
Fachada 1 |
2 cm de granito + 2 cm de mortero de cemento + 37 cm de ladrillo macizo + 5 cm de lana mineral URSA TERRA T18R+ 5 cm de lana mineral URSA MUR p1281 con barrera de vapor hacia la cara caliente del cerramiento + 2 placas de yeso laminado de 15 mm |
0,70 |
< 0,30 |
Fachada 2 y 3 |
2 cm de mortero de cemento, 7 cm de Tabicón de LH Doble + 0,5 cm de mortero hidrófugo + 6,5 cm de lana mineral URSA TERRA T18R+ 8 cm de lana mineral URSA MUR P1281con barrera de vapor hacia la cara caliente del cerramiento, 2 placas de yeso laminado de 15 mm |
0,65 |
< 0,25 |
Fachada 4 |
1 cm de mortero de cemento + ½ pie de Ladrillo Macizo + 0,5 cm de mortero hidrófugo + 5 cm de lana mineral URSA TERRA T18R + 5 cm de lana mineral URSA MUR P1281con barrera de vapor hacia la cara caliente del cerramiento + 2 placas de yeso laminado de 15 mm |
0,66 |
≤ 0,35 |
Suelo Planta 1 y 2 |
7,5 cm de suelo técnico (con acabado linóleo o vinílico por encima), 4 cm de mortero con vermiculita-perlita, 2 + 2 cm de lana mineral URSA TERRA SOL T70P+ 30 cm de Forjado Unidireccional de Entrevigado Cerámico |
1,68 |
< 0,48 |
Suelo Planta 3, 4 y 5 |
1,3 cm de placa de yeso laminado sobre cámara de aire para instalaciones, 5 + 5 cm de lana mineral URSA TERRA VENTO PLUS P8792+ 30 cm de FU (Forjado Unidireccional de entrevigado cerámico), 7,5 cm de suelo técnico (con acabado linóleo o vinílico por encima) |
1,68 |
< 0,28 |
Techo planta 5 |
1,3 cm de placa de yeso laminado sobre cámara de aire para instalaciones, 5 + 5 cm de lana mineral URSA TERRA VENTO PLUS P8792+ 5 cm de lana mineral URSA MUR con barrera de vapor hacia la cara caliente del cerramiento + 30 cm de Forjado Unidireccional de entrevigado cerámico + 4 cm de mortero de cemento |
2,05 |
< 0,20 |
A estas soluciones de URSA para la envolvente (con unos espesores de entre 10 y 12,5 centímetros y de 15 cm en los techos de la última planta) hay que sumarle otras actuaciones también muy significativas en el resultado final.
Se colocaron carpinterías de Aluminio con triple vidrio, se instaló un sistema de climatización mediante redes de conductos de lana mineral URSA AIR ZERO y se implementaron otras soluciones como iluminación LED, detectores de presencia, instalación fotovoltaica para energía de usos comunes e instalación solar térmica.
Con todos estos elementos y utilizando una herramienta de simulación energética se obtuvo una más que merecida Calificación Energética A.
Hay números que demuestran la abismal diferencia entre el antes y el después de este edificio con una rehabilitación integral y muy enfocada a la mejora de la envolvente (Tabla 2: con los datos de superficie, consumos de energía, emisiones de CO2 y porcentaje de mejora, comparando el edificio sin rehabilitar (Certificación energética E) y el edificio rehabilitado (Calificación energética A).
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Superficie Considerados |
Consumo de energía primaria anual |
Consumo de energía final anual |
Consumo de energía primaria anual Total |
Consumo de energía final anual Total |
Emisiones totales de CO2 |
Mejora de edificio reformado frente al edificio sin reformar en energía final |
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m2 |
kWh por m2 |
kWh por m2 |
kWh |
kWh |
Kg |
% |
Edificio sin rehabilitar |
2.400 |
223,20 |
85,70 |
535.680 |
205.680 |
133.559 |
100 |
Edificio rehabilitado |
2.400 |
59,10 |
22,70 |
141.840 |
54.480 |
3.597 |
73,51 |
Conclusiones
Obras son amores y no buenas razones. Con la rehabilitación de este edificio de viviendas madrileño se ha probado que una actuación integral es decisiva para economizar energía de calefacción y refrigeración.
Los datos son reveladores. El ahorro energético del Edificio Reformado frente al Edificio Previo es de aproximadamente un 73,5% (Energía Final Anual), con el mismo porcentaje de reducción de emisiones de CO2. Pero además del ahorro, con la reducción de pérdidas o ganancias térmicas a través de la envolvente del edificio se ha mejorado el confort térmico del interior del edificio y se evita la aparición de condensaciones y humedades en el interior.
El aislamiento con sistemas de URSA también ha proporcionado un mejor comportamiento acústico y, en definitiva, un edificio con mucho mayor confort y calidad.
Nombre | Marina Alonso |
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Empresa | URSA |
Cargo | Responsable de Marketing y Comunicación |
Biografía | |
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