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07/11/2025 / Marina Ortiz

La ciudad que respira: La revolución de los pavimentos drenantes

 

¿Qué pasaría si nuestras ciudades aprendieran a gestionar el agua de lluvia de forma inteligente?

En tiempos de cambio climático, con lluvias cada vez más intensas y periodos de sequía más prolongados, las ciudades se enfrentan a un desafío que trasciende la infraestructura: aprender a convivir con el agua. Las inundaciones repentinas, las sobrecargas en los sistemas de alcantarillado o la contaminación por escorrentías urbanas son los síntomas visibles de un modelo que ha impermeabilizado su propio territorio.

Pero, ¿y si las urbes fueran capaces de absorber, filtrar y aprovechar el agua en lugar de rechazarla?

Esa es la premisa de la llamada “ciudad esponja”, una estrategia urbana que busca restaurar el ciclo natural del agua dentro del entorno construido. Su objetivo: transformar calles, parques y plazas en infraestructuras verdes capaces de retener, infiltrar y reutilizar el agua de lluvia. Una idea sencilla, pero profundamente transformadora: devolverle a la ciudad su capacidad de respirar.

 

De las ciudades impermeables a las ciudades que respiran

Durante décadas, el urbanismo moderno ha identificado el progreso con el asfalto y el hormigón. Calles duras, drenajes subterráneos y evacuación rápida del agua eran sinónimo de limpieza y eficiencia. Sin embargo, esta visión centrada en expulsar el agua cuanto antes ha generado una crisis hidrológica y ecológica.

La impermeabilización masiva del suelo impide que el agua se infiltre, acelera la escorrentía y concentra las lluvias en puntos críticos, aumentando el riesgo de inundaciones. Al mismo tiempo, reduce la recarga de acuíferos y arrastra contaminantes hacia ríos, lagunas o mares. En municipios costeros como Los Alcázares (Murcia), esta situación es especialmente visible: cada episodio de lluvia intensa se traduce en la saturación del sistema urbano y en la llegada de aguas contaminadas al Mar Menor.

Frente a este modelo, la “ciudad esponja” propone renaturalizar el espacio urbano. Convertir el agua en un elemento de diseño y resiliencia. Captarla, filtrarla y almacenarla allí donde cae, reduciendo la presión sobre las infraestructuras convencionales y aprovechándola para refrescar el microclima, alimentar la vegetación urbana y mejorar la biodiversidad.

Más que una solución técnica, es un cambio cultural: dejar de ver el agua como un problema y empezar a tratarla como una oportunidad.

 

SUDS: la tecnología que convierte la teoría en acción

En este nuevo paradigma urbano, los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) son la herramienta clave para materializar la idea de la ciudad esponja. Se trata de soluciones que gestionan el agua de lluvia de forma descentralizada, priorizando la infiltración natural.

Su principio es simple pero poderoso: mantener el agua cerca de donde cae, ralentizando su recorrido, filtrándola y devolviéndola al terreno o a sistemas de almacenamiento. Con ello, se reduce el riesgo de inundaciones, se mejora la calidad del agua y se genera un entorno urbano más verde y habitable.

Los SUDS imitan los procesos hidrológicos naturales y aportan beneficios múltiples:

  • Reducción de inundaciones: al permitir la infiltración y retención temporal, disminuyen el volumen de escorrentía superficial.

  • Mejora de la calidad del agua: actúan como filtros naturales que eliminan contaminantes antes de que alcancen acuíferos o cauces.

  • Mitigación del efecto isla de calor: la vegetación y la evaporación reducen la temperatura y mejoran el confort ambiental.

Además de funcionales, los SUDS aportan valor paisajístico y social. Parques que almacenan agua, plazas que se transforman durante la lluvia o pavimentos permeables que revelan el ciclo natural del agua hacen de la ciudad un espacio más vivo y sostenible.

 

Los Alcázares: un plan estratégico para la resiliencia urbana

El municipio murciano de Los Alcázares, en plena comarca del Mar Menor, ejemplifica la urgencia de aplicar estrategias SUDS. Su topografía plana, la cercanía al litoral y una red de drenaje insuficiente han convertido cada episodio de lluvia intensa en un riesgo para la población y para el ecosistema lagunar.

La respuesta municipal se articula a través del Plan de Recuperación del Espacio Urbano "Volviendo a sus raíces", desarrollado en el marco de la Agenda Urbana Los Alcázares 2030. Este busca transformar el municipio en una auténtica "ciudad esponja", alineada con los ODS y enfocada en la resiliencia climática.

El Plan se fundamenta en tres ejes clave: Movilidad (pacificación del tráfico y nueva circunvalación), Espacio Público (rediseño del viario para uso peatonal y renaturalización con superficies permeables) e Infraestructura Verde (creación de corredores ecológicos, sistemas de drenaje sostenible y un cinturón verde inundable).

Además, esta estrategia tiene un enfoque de accesibilidad universal y perspectiva de género, devolviendo el espacio público a la ciudadanía y potenciando el Paseo Marítimo como elemento clave de conexión entre el tejido urbano y el ecosistema costero.

Este Plan Estratégico es un sistema vivo que, al derivar en proyectos concretos de renaturalización y mejora de la permeabilidad del suelo, mejorará la calidad del agua, protegerá la biodiversidad y redefinirá la relación entre la ciudad y su entorno.

 

Innovación al servicio del agua: el pavimento Ecológico SUDS

En esta transición hacia un modelo urbano sostenible, las empresas especializadas en materiales de construcción juegan un papel crucial. En este contexto, Montalbán y Rodríguez ha desarrollado el pavimento Ecológico SUDS, una solución innovadora que responde a los retos de la gestión hídrica en entornos urbanos.

Este sistema combina eficiencia hidráulica, resistencia y sostenibilidad, ofreciendo una superficie permeable capaz de filtrar el agua de lluvia sin comprometer la durabilidad. Su estructura, con juntas abiertas y permeables, permite que el agua atraviese las capas superficiales y se infiltre de manera controlada hacia el subsuelo o hacia sistemas de almacenamiento.

El compromiso con el Plan Estratégico de Los Alcázares ya tiene un ejemplo tangible: La remodelación de la Avenida Río Nalón, donde el estudio Santa-Cruz Arquitectura ha apostado por el pavimento Ecológico SUDS para crear una de las primeras actuaciones concretas derivadas de esta visión de ciudad esponja. 

Este proyecto de regeneración urbana se centró en rehabilitar una vía pública que históricamente había sufrido inundaciones, transformándola en un nuevo espacio urbano más atractivo, accesible y sostenible. Se introdujeron soluciones basadas en la naturaleza para regular el ciclo natural del agua, disminuir el efecto de las escorrentías y mitigar el efecto isla de calor mediante la termorregulación y el aumento de arbolado de porte para sombra. La intervención también potenció el uso peatonal con un agradable paseo conectado al frente marítimo, zonas de descanso y áreas de juego, logrando una mejora social y medioambiental simultánea. Los resultados de esta implementación confirman la viabilidad de extender este tipo de soluciones por todo el municipio.

Las propiedades técnicas del pavimento Ecológico SUDS confirman su rendimiento excepcional:

  • Diseño con gran junta: Su estructura permite una superficie de percolación excepcional del 23% a través de sus huecos drenantes, garantizando que una gran cantidad de agua pase a las capas inferiores.

  • Alto Coeficiente de Permeabilidad: Ensayos de laboratorio con relleno de grava de 3-6 mm demuestran un coeficiente de permeabilidad de 16658 mm/h. Este dato es crucial para el dimensionamiento técnico de los SUDS.

  • Gran Capacidad Drenante: Bajo condiciones controladas, Ecológico SUDS ofrece una capacidad drenante de , demostrando su alta eficiencia.

La gestión sostenible del agua es mucho más que una cuestión técnica: es una nueva forma de entender la ciudad. Los sistemas de drenaje sostenible transforman la infraestructura en una herramienta de equilibrio ambiental, de confort y de salud colectiva. Cada pavimento permeable, cada jardín de lluvia o cada superficie drenante es un gesto de adaptación y responsabilidad frente a la crisis climática.

El cambio hacia ciudades más resilientes y conscientes no depende solo de grandes obras, sino de decisiones materiales inteligentes y de soluciones locales con impacto global

Porque el futuro urbano —más verde, más humano y más vivo— se construye gota a gota.

Datos del autor
Nombre Marina Ortiz
Empresa Montalbán & Rodríguez
Cargo Arquitecta
Biografía

Art. Online
Entrevistas

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