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28/11/2022 / Hiart Legarreta / 491

Modelos en evolución: edificios inteligentes y financiación inteligente

Varios países de todo el mundo han anunciado la fijación de objetivos acelerados de descarbonización. En España, el gobierno ha consagrado en la ley su ambición de lograr la neutralidad de carbono y reducir las emisiones en un 23% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.  También se ha comprometido a limitar las subvenciones a los combustibles fósiles y terminar su producción para 2042, a la vez que aumentar el porcentaje de energías renovables en la combinación energética hasta el 42% en 2030. 

 

Varios países de todo el mundo han anunciado la fijación de objetivos acelerados de descarbonización. En España, el gobierno ha consagrado en la ley su ambición de lograr la neutralidad de carbono y reducir las emisiones en un 23% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.  También se ha comprometido a limitar las subvenciones a los combustibles fósiles y terminar su producción para 2042, a la vez que aumentar el porcentaje de energías renovables en la combinación energética hasta el 42% en 2030. 

Dado que los edificios representan un 36% del consumo final de energía, se han convertido en uno de los objetivos principales para las iniciativas de eficiencia energética.   A fin de lograr esos objetivos se debe prestar más atención al parque de edificios comerciales y públicos existentes. En Europa, por ejemplo, aproximadamente el 75% del parque de edificios no es eficiente energéticamente.  Esto implica que gran parte de la energía consumida se desperdicia. La renovación de los edificios existentes podría reducir el consumo energético total de la UE en un 5-6% y recortar las emisiones de dióxido de carbono alrededor de un 5%. A pesar de ello, de media, menos del 1% del parque nacional de edificios se renueva anualmente. Para cumplir con los objetivos climáticos y energéticos, los expertos declaran que las tasas de renovación actuales deberían, al menos, duplicarse. 

La norma que enmienda la Directiva sobre la eficiencia energética de los edificios  está alentando un avance acelerado hacia edificios energéticamente eficientes por todo el territorio de la UE. La política gubernamental está empezando a forzar la situación con los edificios públicos. Por ejemplo, la Directiva sobre eficiencia energética requiere una tasa de renovación anual del 3% para los edificios ocupados y poseídos por los gobiernos centrales nacionales. 

Según The Financial Times, España está muy por detrás del resto de la UE en cuanto a la tasa de renovación del parque de edificios, el 80% del su parque tiene una clasificación energética E o peor.  Los edificios no residenciales representan un 12.5% del consumo de energía final en España,  a pesar de conformar poco más del 7% del parque edificatorio total del país. Para encauzar el objetivo de un parque de edificios de 0 emisiones en 2050, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que las emisiones directas de CO2 de los edificios deben reducirse en un 50% y las emisiones indirectas del sector de la construcción en un 60% antes de 2030. 

Concretamente, la Global Alliance for Building and Construction señaló en una publicación: "El ritmo de renovación en todos los países afectados es insuficiente, muy retrasado respecto al potencial. En efecto, la renovación anual (…) debe aumentar en los países industrializados hasta un promedio anual del 2% del parque existente hasta 2025 y del 3% hasta 2040 ". 

En un artículo anterior de Siemens Financial Services  se calcularon los volúmenes financieros de este objetivo de inversión general hasta 2040. 

Adicionalmente, sus estudios más recientes  estiman el déficit entre la tasa de inversión actual en edificios inteligentes y la tasa acelerada que se necesita para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y cambio climático según los expertos. Este déficit es el espacio en el que la financiación inteligente puede actuar para posibilitar las inversiones que deberían hacerse pero que todavía no están haciendo.

Para cubrir el déficit de inversión, los administradores y propietarios de edificios deben intentar cambiar la forma en que funcionan sus edificios, sus modelos de negocio y el modo de financiar las mejoras necesarias.

En lo que respecta a la tecnología operativa, los edificios públicos y comerciales necesitarán ser más inteligentes para hacer frente a las nuevas demandas de descarbonización. Unos edificios más inteligentes permiten el trabajo flexible, tanto desde el punto de vista de escritorios flexibles, cambios ágiles de uso, seguridad e higiene y mayor eficiencia y flexibilidad, como en cuanto a la adaptación a circunstancias volátiles.

Aunque existe un amplio consenso sobre la necesidad de hacer edificios más inteligentes, todos los países y sectores buscan el modo en que esa transformación sea sostenible económicamente. Pero ¿cómo se consigue esto en la práctica? El punto de partida es utilizar tecnologías inteligentes para reducir el consumo de energía de los edificios. Esto genera ahorros económicos materiales que, mediante acuerdos de financiación inteligente, se pueden aprovechar para subvencionar sustancialmente la renovación hacia la eficiencia energética de los edificios existentes.

En algunos casos, el ahorro energético podría incluso cubrir toda la renovación. Esto puede implementarse de una vez en toda la empresa o bien en forma de pequeñas etapas incrementales que irían demostrando su retorno de la inversión. Los ahorros por eficiencia energética en edificios inteligentes alcanzan de media el 20% como mínimo  (aunque pueden ser muy superiores), lo que equivale a economías operativas muy sustanciosas.

 

Nuevos modelos de financiación inteligente

La financiación inteligente adopta varias formas según los procesos de negocio que deban posibilitarse. En el nivel de componentes tecnológicos, se dispone de herramientas de financiación para ayudar a los proveedores y distribuidores a añadir valor para sus clientes usando capacidades de flujo de caja. En sistemas o instalaciones mayores, los acuerdos de financiación inteligente pueden adaptarse para alinear los costes con la tasa de beneficio obtenida de la tecnología de eficiencia energética. 

En el nivel más sofisticado, la solución de financiación es de tipo "Edificios inteligentes como servicio", utilizando los ahorros esperados futuros por eficiencia energética para pagar las inversiones de capital y otros elementos.

 

Conclusiones

Los proyectos de renovación para descarbonizar edificios y transformarlos en entornos inteligentes y eficientes energéticamente se están rezagando en todo el mundo respecto a los objetivos climáticos declarados por los gobiernos. Numerosos expertos han declarado que la tasa anual de inversión debería multiplicarse por tres o más para lograr estos objetivos.

Para salvar la brecha entre los niveles de inversión actuales y los volúmenes necesarios, los financiadores privados están ofreciendo modalidades de financiación inteligente. El objetivo de todas ellas es que la conversión a edificios inteligentes, descarbonizados y eficientes energéticamente sea asequible para los propietarios. Como mínimo, estas herramientas alivian el flujo de caja y alinean los costes con los beneficios obtenidos. En el mejor de los casos, la financiación inteligente hace que la transición a la descarbonización se haga con un presupuesto neutro, al emplear los ahorros futuros para pagar las inversiones actuales.   

 

Datos del autor
Nombre Hiart Legarreta
Empresa Siemens Financial Services, España
Cargo CEO de Siemens Renting
Biografía
Art. Online
Entrevistas
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