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04/10/2017 / Bruno Cuevas / 1.850

Necesitamos edificios y hogares sostenibles

Nuestros hogares, así como los edificios donde trabajamos, estudiamos o que visitamos son responsables del 48% de la energía que se consume. Una energía que, según su grado de utilización, su fuente de procedencia y la cantidad de partículas contaminantes que pueda generar su extracción y/o utilización, tiene mayor o menor incidencia (pero siempre la tiene) en el cambio climático que está sufriendo nuestro planeta. 

Una solución con la que puede avanzarse mucho para solucionar este problema radica en apostar por casas y edificios energéticamente eficientes, bien mediante obra de nueva construcción, bien mediante la ejecución de una rehabilitación que garantice esa eficiencia hacia el consumo casi nulo. 

Es fundamental que administraciones públicas, empresas, profesionales de la construcción y ciudadanos tomemos cada vez mayor conciencia de la situación y, desde nuestras posibilidades y ámbitos de competencia, demos pasos hacia adelante porque la estandarización de edificios de consumo casi nulo supondría grandes mejoras y ahorros, tanto de costes como de emisiones contaminantes.

También se generarían mejoras frente al grave problema de la polución que, especialmente en las grandes ciudades, está adquiriendo tintes alarmantes para la salud de los ciudadanos. Y no olvidemos tampoco que la pobreza energética crece en nuestro país a un ritmo exponencial por el incremento continuado del precio de la energía eléctrica y de los derivados del petróleo. Es extremadamente grave que el 11% de los hogares en España (5,1 millones de personas) se declaren incapaces de mantener su vivienda a una temperatura estable y adecuada en invierno, según los últimos datos aportados por CSCAE.

 

Edificios de consumo casi nulo 

Ante esta situación, desde PEP mantenemos un férreo compromiso con la promoción de edificios de consumo casi nulo y apostamos por seguir el estándar Passivhaus, uno de los más exigentes del mundo en construcción energéticamente eficiente y que establece los criterios de consumo máximo, especialmente en climatización y garantizando la estabilidad térmica, para que una casa o edificio puedan denominarse pasivos. En este sentido, el estándar Passivhaus no permite superar una demanda de energía de 15 Kwh/m2 para calefacción o refrigeración. Otros parámetros de interés: la climatización de una casa pasiva abastecida con gasóleo no consume más de 1,5 litros por metro cuadrado al año; aquella que opta por el gas natural, no pasa de los 1,5 metros cúbicos, el equivalente a 15 Kwh.

Una casa pasiva proporciona un ahorro de entre el 75% y el 90% en el consumo de energía frente a una casa convencional. Hablamos de que, por ejemplo, durante la ola de frío polar que asoló la península ibérica durante el pasado mes de enero, la factura eléctrica mensual del consumidor medio en España podría no haber superado los 9 euros si hubiera habitado en una casa construida siguiendo los criterios Passivhaus.

La optimización de la eficiencia energética en un edificio pasivo se logra mediante un modelo que proporciona ventilación natural a la vivienda con un sistema automático de recuperación de calor. Gracias a este sistema, se renueva el aire en el interior sin que se den pérdidas o ganancias de temperatura, y realizando a la vez un importante filtrado del aire -que proviene del exterior-, lo que ayuda a eliminar sustancias nocivas y alérgenos, garantizando su óptima calidad.

Combinado con factores puramente constructivos (aislante térmico de gran espesor, la instalación de puertas y ventanas de altas prestaciones para evitar pérdidas y/o ganancias de temperatura, una construcción que garantiza la ausencia de infiltraciones de aire no deseadas…) el sistema da grandes resultados. También en la reducción de emisiones contaminantes. Por ejemplo, la estimación realizada en un edificio de oficinas certificado Passivhaus que se ha construido en la localidad de Sollana (Valencia) ha mostrado que, gracias a su modelo de construcción, se lanzan 10.000 kg menos de CO2 a la atmosfera al año.

Desde PEP alertamos de que es muy importante tomar medidas ya y avanzar hacia un sistema de construcción que tenga como resultado hogares y edificios más sostenibles, saludables y energéticamente eficientes. Es una cuestión que todos deberíamos tener en mente y, por supuesto, convertirse en una prioridad en todo debate y ejecución de planes urbanísticos por parte de las administraciones públicas, tanto locales, como autonómicas y central. 

Datos del autor
Nombre Bruno Cuevas
Empresa Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP)
Cargo Vicepresidente
Biografía

Art. Online
Entrevistas

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