Las principales propiedades técnicas de un SATE son:
REDUCCIÓN DE PUENTES TERMICOS
La envolvente es uno de los elementos clave del edificio ya que, aparte de reflejar su identidad y carácter final, debe cumplir una serie de exigencias normativas de acuerdo al Código Técnico de la Edificación, encaminadas a contribuir en las condiciones de confort en el interior de las viviendas.
La envolvente es la parte del edificio con mayor exposición a los agentes externos, confina todos los espacios interiores habitables separándolos del ambiente exterior y aislándolos térmica y acústicamente.
Está formada básicamente por:
Figura 1: Envolvente térmica, cerramientos opacos, huecos y puentes térmicos.
En nuestro país, el cerramiento opaco de la envolvente ha experimentado multitud de transformaciones a lo largo de los años, adecuándose a los distintos estilos arquitectónicos y a las técnicas constructivas de cada momento. Se ha pasado de cerramientos con un gran espesor en los años 40, a la fachada convencional y más extendida, compuesta por 2 hojas, siendo el de los puentes térmicos un problema al que se le ha prestado muy poca atención pese la relevancia que tiene.
El Código Técnico de la Edificación, en su Documento Básico HE, sección HE1, define el puente térmico como:
Aquella zona de la envolvente térmica del edifico en la que se evidencia una variación de la uniformidad de la construcción, ya sea por:
que conlleva una minoración de la resistencia térmica respecto al resto del cerramiento.
La norma EN ISO 10211 define puente térmico como:
Parte del cerramiento de un edificio donde la resistencia térmica, normalmente uniforme, cambia significativamente debido a:
Resumiendo, el puente térmico es una parte de la envolvente en la que las propiedades térmicas se ven mermadas considerablemente respecto al resto de la fachada.
Las termografías permiten captar la radiación infrarroja de los elementos y transformarla en un valor de temperatura; es un método sencillo para observar el comportamiento térmico de los elementos de la envolvente.
En la figura 2 se observa como en la envolvente, los puentes térmicos son algunos de los puntos más importantes por donde existe un mayor intercambio de energía entre el interior y el exterior del edificio, por lo cual se les debe prestar atención y tratarlos.
Figura 2: termografía en invierno de la envolvente de una vivienda unifamiliar
DISMINUCIÓN DE LAS OSCILACIONES TÉRMICAS
Una de las principales causas de la aparición de fisuras en las fachadas son las oscilaciones térmicas a las que se ven sometidas debido a los continuos cambios climáticos, que provocan contracciones y dilataciones en los componentes del cerramiento, incluido el revestimiento, y frecuentemente acaban por producir fisuras en el mismo por incompatibilidad de deformaciones.
Con la colocación del aislante por la parte exterior del edificio se limitan los saltos térmicos en todos los materiales que están situados por detrás de él; por ello, disminuyen las solicitaciones mecánicas de origen térmico y se mantienen estables la envoltura exterior y la estructura del edificio.
El SATE contribuye al mantenimiento de los materiales de construcción e impide la degradación causada por las infiltraciones de agua, fenómenos de disgregación, manchas, mohos, etc. debidas a la aparición de grietas y fisuras originadas por las oscilaciones de temperatura
En relación a la impermeabilidad, el comportamiento esperado será mejor empleando los mismos productos cuando el aislamiento este situado por el exterior, mejorando sensiblemente el comportamiento de la fachada ante el agua.
PRESERVA EL MEDIOAMBIENTE
Preserva el medio ambiente; no dispersa sustancias contaminantes, no contiene sustancias nocivas, se recicla y se reducen las pérdidas energéticas.
Se trata de un sistema respetuoso con el medio ambiente, ya que disminuye el uso de energía para la climatización de los hogares, generando, además de un ahorro en energía, una disminución de las emisiones de CO2. Esto se convierte en una ventaja a la hora de incluir este sistema dentro de una certificación ambiental de un edificio tales como LEED o BREAM.
Para conseguir ese ahorro de energía y de emisiones de gases de combustión, se ponen en marcha medidas con las que se alcanzan considerables mejoras de la eficiencia energética de las instalaciones. Esto contribuye a la sostenibilidad, ya que con el paso de los años, ese sumatorio de emisiones de CO2, supondrá una reducción de millones de toneladas, ayudando al cuidado del planeta y el medioambiente.
Es evidente que no solo se consigue optimizar el estado de las viviendas y el confort de sus habitantes, sino que de forma global esa mejora de la calidad de vida se revierte en la protección del planeta, Cada vez tenemos más conciencia medioambiental y se prefiere implantar medidas que sean menos contaminantes y nocivas para el medioambiente a través de un consumo responsable de energía, consiguiendo una optimización sostenible de los recursos.
Los SATE también disponen de declaraciones ambientales de producto Tipo III que es aquella que proporciona una serie de datos ambientales que han sido cuantificados mediante el uso de parámetros predeterminados, además de información ambiental adicional cuantitativa y/o cualitativa. Esta etiqueta (DAP) permite su incorporación en proyectos de edificios sostenibles con certificación ambiental Verde, LEED o BREEAM, mencionados anteriormente.
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