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08/07/2025 / Fernando Olmos / 342

Sistemas Fotovoltaicos Integrados en Edificios (BIPV): La energía solar con función arquitectónica

 

En un contexto global marcado por la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar hacia modelos energéticos sostenibles, la arquitectura está adoptando un papel activo en la transición energética.

Entre las soluciones más innovadoras se encuentran los sistemas fotovoltaicos integrados en edificios, conocidos como BIPV (Building Integrated Photovoltaics), que permiten transformar fachadas, cubiertas y otros elementos constructivos en generadores de electricidad limpia.

A diferencia de los sistemas fotovoltaicos tradicionales, que se añaden a los edificios como elementos externos, los BIPV se integran desde el diseño arquitectónico como parte funcional y estructural de la construcción. Esto significa que un módulo solar puede actuar, simultáneamente, como una cubierta, una pared, una ventana o incluso una barandilla. La doble función de estos sistemas -producir energía y sustituir materiales de construcción convencionales- los convierte en una opción sumamente atractiva tanto desde el punto de vista técnico, como estético.

Una de las grandes ventajas de esta tecnología es su capacidad para adaptarse al lenguaje arquitectónico de cada proyecto. Ya no es necesario elegir entre eficiencia energética y belleza. Los productos fotovoltaicos integrados están disponibles en distintas variantes, formas y acabados, lo que permite integrarlos en diseños modernos, clásicos o incluso patrimoniales, sin romper la estética visual del edificio. Además, al formar parte de la envolvente, no requieren de soportes adicionales ni estructuras extra, lo que mejora la eficiencia del uso del espacio disponible.

Pero los beneficios no se limitan únicamente al diseño. Integrar generación energética en la envolvente del edificio reduce la demanda energética externa, disminuye las pérdidas en la transmisión eléctrica y mejora el balance energético global del inmueble. A largo plazo, esto se traduce en ahorros económicos significativos, especialmente cuando se combina con políticas de autoconsumo, compensación de excedentes o almacenamiento energético. Algunos países, además, ofrecen subvenciones o incentivos fiscales que ayudan a compensar la inversión inicial, la cual, aunque más elevada que en un sistema convencional, se amortiza con el tiempo gracias a los ahorros generados.

Uno de los aspectos más interesantes del BIPV es su versatilidad. En el caso de fachadas orientadas al sur, los módulos pueden instalarse en posición vertical sin comprometer su eficiencia, mientras que en cubiertas inclinadas se integran como parte del propio tejado, reemplazando tejas u otros materiales.

Entre los avances más destacados de los últimos años se encuentra el desarrollo de las tejas solares, que representan una síntesis perfecta entre tradición arquitectónica e innovación tecnológica. Estas tejas fotovoltaicas imitan la forma y apariencia de las tejas cerámicas convencionales, pero con la capacidad de capturar la energía del sol y transformarla en electricidad. Son especialmente útiles en entornos donde las restricciones urbanísticas o patrimoniales impiden la instalación de paneles visibles. Firmas como Tejas Borja o Cerámica La Escandella están liderando esta innovación en nuestro país, con soluciones cada vez más eficientes, resistentes y accesibles.

Al integrarse sin alterar la estética del edificio, las tejas solares ofrecen una solución discreta y eficaz tanto para viviendas unifamiliares, como para rehabilitación de edificios históricos, donde en España ya existen numerosos casos de éxito donde se han instalado estas tejas solares en valiosas rehabilitaciones patrimoniales, como son, por ejemplo, el edificio del Coliseo en Sevilla, el Ayuntamiento de Valladolid, o el Ayuntamiento de Aranda de Duero, en Burgos.

Adicionalmente a las tejas solares, que se enfocan a un mercado más particular, los fabricantes están desarrollando otras soluciones innovadoras, que permiten la integración de los paneles fotovoltaicos estándar directamente en tejados inclinados, ofreciendo una solución estética, eficiente y duradera, sin tener que realizar una inversión superior a la de las habituales instalaciones coplanares en cubierta. Es el caso de sistemas como el Easy Roof Integration.

A diferencia de los sistemas tradicionales que se colocan sobre la cubierta existente, Easy Roof reemplaza parte del tejado, convirtiéndose en un componente estructural más. Sus piezas encajan perfectamente entre sí gracias a un sistema patentado que permite una instalación rápida y limpia, lo que reduce los tiempos de montaje y minimiza errores durante la obra.

El sistema es compatible con una amplia variedad de paneles solares disponibles en el mercado y puede instalarse en cubiertas con pendientes que van desde los 10 hasta los 50 grados. Además, está diseñado para favorecer la ventilación natural bajo los módulos, lo que ayuda a mantener una temperatura adecuada y, por tanto, mejorar el rendimiento energético.

A pesar de sus numerosas ventajas, los sistemas solares integrados también presentan desafíos. La eficiencia de captación puede verse afectada por la orientación de las superficies integradas, por lo que hay que hacer estudios previos para conseguir la óptima producción solar en cada proyecto. La planificación y ejecución de un sistema BIPV requiere una estrecha colaboración entre arquitectos, ingenieros y fabricantes.

En términos de impacto medioambiental, las tejas solares integradas y demás productos BIPV suponen un avance importante. No solo reducen el consumo de energía procedente de fuentes fósiles, sino que también disminuyen las emisiones asociadas al transporte de electricidad. Al producir energía en el mismo lugar donde se consume, se reduce la huella de carbono y se fortalece la resiliencia energética de los edificios frente a posibles fluctuaciones del mercado energético o interrupciones en la red.

El contexto legislativo también juega a favor de esta tecnología. En Europa, la normativa sobre edificios de consumo casi nulo (nZEB) y los objetivos de neutralidad climática para 2050 están acelerando la incorporación de sistemas energéticos pasivos y activos en la construcción. Algunos países han comenzado incluso a establecer cuotas mínimas de energía renovable integrada en nuevas edificaciones, lo que abre un camino claro para el desarrollo masivo del BIPV en los próximos años.

El avance tecnológico, por su parte, sigue ofreciendo mejoras continuas: células solares más eficientes, materiales más ligeros, integración en sustratos flexibles, impresión de módulos en diferentes formatos y colores, e incluso soluciones inteligentes que permiten gestionar en tiempo real la producción, el almacenamiento y el consumo energético del edificio.

En definitiva, los sistemas fotovoltaicos integrados en edificios no son simplemente una alternativa a los paneles solares convencionales, sino una propuesta completamente nueva que redefine la relación entre arquitectura y energía. Su capacidad para generar electricidad sin sacrificar el diseño ni ocupar espacio adicional los convierte en una pieza clave para las ciudades del futuro. Y con innovaciones como las tejas solares, el potencial de esta tecnología se amplía aún más, permitiendo que cualquier tipo de edificación pueda participar activamente en la transición energética.

Datos del autor
Nombre Fernando Olmos
Empresa Edilians España (Tejas Borja y Cerámica La Escandella)
Cargo Responsable de departamento Técnico y de Producto
Biografía

Art. Online
Entrevistas

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