Vanessa Álvarez Flórez : "Está en las manos de todos asegurar que el talento que se incorpora desde los inicios sea diverso"

Entrevista realizada el 08-04-2021

Describa brevemente su labor profesional y su empresa, ¿cómo ha llegado al mundo de la construcción?

A finales del 2020 me incorporé a SIKA como Directora de Marketing y Comunicación. Mi trayectoria profesional anterior ha estado orientada al sector de Gran Consumo durante 17 años. Esta experiencia contribuirá a aportar mi granito de arena al mundo B2B para reforzar la transformación digital de una gran compañía multinacional como es SIKA. El objetivo de nuestro negocio es desarrollar, fabricar y comercializar soluciones innovadoras y sostenibles de alta calidad para los sectores de la construcción y de la industria. Trabajamos cada día para lograr la máxima satisfacción de nuestros clientes, accionistas, proveedores y comunidad de empleados.

¿Cree que existen dificultades para que las mujeres puedan acceder a puestos directivos en el mundo de la construcción? ¿Qué cambiaría?

La presencia de la mujer en el sector de la construcción ha caído ligeramente en el último año, debido sobre todo a la pandemia, aunque representa un 8,2%, frente al 8,9% de 2019, según datos de la Fundación Laboral de la Construcción. Cuantas menos mujeres haya en el sector, menos alcanzarán las posiciones directivas en el futuro. Claramente hay una gran oportunidad para equilibrar la balanza, y está en las manos de todos asegurar que el talento que se incorpora desde los inicios sea diverso. Porque cualquier organización debe intentar ser el reflejo de nuestra sociedad.

¿Qué opina sobre los cupos frente a las capacidades de cada persona?

El compromiso de las empresas y organizaciones tanto públicas como privadas por alcanzar mejores niveles de diversidad e igualdad parece que va en aumento. Claramente las competencias de cada persona deben primar por encima de una estrategia de cupos. No obstante, lograr la equidad está siendo un camino largo y lento, por eso creo que las palancas y herramientas que empujen esta deseada aceleración deben ser adecuadamente evaluadas, partiendo de la base de que las capacidades a demostrar sean las mismas con independencia del género.

¿De qué modo pueden el sector educativo y las propias empresas fomentar las vocaciones femeninas para entrar en áreas consideradas de dominio masculino?

Tanto la educación como los valores socio-culturales predominantes en la sociedad son clave para fomentar que las niñas tengan vocación en estas profesiones más técnicas y enfocadas hacia la construcción. El propio sector debería empujar la formación y los programas de aprendizaje tanto para hombres como para mujeres. Y no estoy únicamente hablando de la formación universitaria, también la formación profesional es clave para poner en valor estas trayectorias profesionales. Si queremos que por lo menos el 50% del empleo en construcción sea femenino en un futuro, el propio sector tendrá que ser motor de cambio para proporcionar formación en estos oficios. Los adolescentes, si no cuentan con ejemplos y referentes cercanos, difícilmente tendrán vocación.