Nombre | Paula Rivas |
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Empresa | GBCe |
Cargo | Directora técnica y especialista en la certificación DGNB System |
Biografía | |
¿En qué consiste la certificación DGNB System?
DGNB System es una herramienta que sirve para evaluar y certificar la sostenibilidad de edificios y distritos, siempre bajo las normas y los estándares europeos. Es un sistema internacional que se introdujo por primera vez en el mercado en 2009 y se ha ido desarrollando continuamente desde entonces, hasta llegar a ser considerado como el más avanzado del mundo. Está diseñado para ayudar a las organizaciones a mejorar aspectos tangibles de la sostenibilidad de los edificios y se basa en el concepto holístico de la sostenibilidad, prestando una atención equivalente al medio ambiente, a las personas y a la viabilidad económica. A estas tres patas clásicas de la sostenibilidad, se suman la calidad del proceso (cómo redactamos el proyecto para garantizar los mejores resultados) y la calidad técnica (garantizar una construcción de alta calidad tanto en los aspectos arquitectónicos como en los sistemas técnicos que alberga el edificio), así como una valoración del emplazamiento y la gestión que de él se hace.
¿Qué diferencias hay respecto a otras certificaciones ya presentes en España?
Una de las principales características de DGNB es su ambición global. Por eso, aunque esta certificación tiene por ejemplo muchas similitudes con VERDE en cuanto contenido, la principal diferencia entre ambas es que esta última es una herramienta exclusivamente nacional, mientras que DGNB se aplica a nivel internacional.
Otra de las claves de DGNB es que analiza el ciclo de vida completo del edificio, ya que se valora todo su desempeño en sostenibilidad de principio a fin, teniendo también en cuenta el impacto que la construcción va a tener en el futuro. Esto es básico, porque si consideramos los edificios como la parte fundamental del entorno en el que vivimos, debemos plantearnos qué mundo queremos construir hoy y cómo influiremos con ello al entorno del futuro. De esta manera, DGNB busca crear espacios agradables y que además supongan un bajo impacto en el medio ambiente.
¿Cómo ha sido el proceso de trabajo con DGNB para adaptar esta certificación a las condiciones de nuestro país?
Para que este sistema sea implementado en cada país requiere de una adecuación a sus respectivas condiciones climáticas, normativas, económicas y culturales. Y en esta labor lleva trabajando GBCe en España a través de varios edificios piloto desde que se firmara el convenio con DGNB (el Green Building Council alemán) en 2019. Un año después, esta adaptación ha llegado nuestro país con el objetivo de alcanzar un entendimiento común europeo en materia de certificación de edificios y en la unificación de criterios por parte de las distintas herramientas que conviven en el continente, que deben representar una hoja de ruta para mejorar la calidad de nuestro entorno. DGNB es un lenguaje común y por ello no supone un coste, sino un valor añadido.
¿Cómo contribuirá esta herramienta al objetivo de mejorar las ciudades e infraestructuras?
DGNB nos ayuda en tres campos básicos, entender la sostenibilidad correctamente, aplicar un enfoque de ciclo de vida y poner el foco en el comportamiento real del edificio.
En el primero, que es muy importante, DGNB nos da un concepto de sostenibilidad equilibrado entre los aspectos ambientales, sociales y económicos. Los sellos de certificación pecan de un desequilibrio en el que el aspecto ambiental y, generalmente, la eficiencia energética en fase de uso pesa mucho relegando los aspectos sociales y, sobre todo, económicos, a un papel secundario. Es importante entender que para que nuestros edificios, nuestras ciudades y nuestra sociedad sean sostenibles, el esfuerzo ha de ser holístico y no se puede olvidar ninguna pata, porque los desequilibrios generan tensiones que provocan malos resultados. El hecho de que en DGNB necesites una puntuación mínima en todas las áreas para conseguir un certificado o poder subir de nivel, impide que los esfuerzos se focalicen solo en un aspecto y exige un esfuerzo en abrir la perspectiva a la problemática general del edificio.
El enfoque de ciclo de vida empieza a ser una demanda a gran escala, de hecho, el New Green Deal Europeo e iniciativas como Level(s) ya ponen sobre la mesa la necesidad de contemplar todo el ciclo de vida. Un edificio muy eficiente en fase de uso, pero que emplea materiales que en su producción son altamente contaminantes o la extracción de materias primas implica un daño importante a la naturaleza, se convertirá en un problema. Pero no sólo son estos dos factores, buscar materiales durables o diseñar edificios adaptables son estrategias que se nos suelen pasar por alto. DGNB pone el foco en todos estos aspectos para tener un enfoque integral. De hecho, es el único sistema de certificación que requiere de un Análisis de Ciclo de Vida y un Análisis de Coste de Ciclo de Vida que se hayan implementado desde las primeras fases del proyecto para poder obtener el certificado. Además de estas dos herramientas, dispone de diversos criterios que ayudan a aplicar este enfoque de ciclo de vida en el diseño.
Cuando decimos que DGNB evalúa el comportamiento real del edificio, lo hacemos, por un lado, por la exigencia de realizar ensayos, pruebas y puestas en marcha que permiten garantizar que el edificio funcionará conforme se ha descrito en proyecto. Pero también porque DGNB solicita realizar previsiones de gestión, un plan para el Facility Management, un plan para la puesta en marcha sistemática a lo largo de los primeros años de funcionamiento o un sistema BMS que permita conocer cómo funciona el edificio y cómo, durante su uso, podemos mejorar su comportamiento.
En cuanto al sector de forma más genérica, ¿cuáles son los retos de la edificación sostenible en 2021?
Este año nos gustaría destacar dos retos, el primero viene impulsado por la Renovation Wave de la Comisión Europea. Se trata de un gran impulso a la rehabilitación de edificios que nos permitirá acercarnos a ese objetivo de descarbonización del sector que nos hemos puesto para 2050. La rehabilitación en España es una actividad marginal y ponerla en el centro de la actividad de la construcción va a requerir de un cambio que abarque a las políticas, a la capacitación de los profesionales y a la actividad económica. Vamos a pasar de un horizonte de 30.000 viviendas rehabilitadas en 2021 a 300.000 en este año. Este cambio se puede considerar estructural y afecta a todo el sector.
El segundo quizá lo sintamos menos este año en el día a día de nuestro trabajo, pero veremos cómo los conceptos que he explicado anteriormente (enfoque holístico de la sostenibilidad, perspectiva de ciclo de vida y evaluación del comportamiento) se llevan trabajando en la Comisión Europea desde hace algunos años y en 2021 empezarán a aterrizar en nuestra actividad profesional para convertirse en la forma habitual de diseñar la arquitectura y el urbanismo. Este año veremos un esfuerzo en formación para entender cómo funcionan y cómo aplicar en nuestros proyectos esta nueva forma de trabajar, y en los próximos años veremos cómo aterrizan de forma concreta en los criterios de financiación y de compra pública. Es un gran reto saber comunicar la importancia de este cambio y facilitar la preparación de profesionales, administraciones y empresas en este año para que en 2022 ya tengamos una masa crítica preparada para dar respuesta a los nuevos requisitos.
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