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21/01/2021 / Miguel

José Donoso

El autoconsumo está incrementando su velocidad de implantación, tanto a nivel industrial, como en los servicios no afectados por la crisis sanitaria y a nivel doméstico. Será el año del inicio del despliegue del autoconsumo colectivo y de las comunidades energéticas. Debido a la reducción de costes, los sistemas de almacenamiento también serán protagonistas el año que viene

Datos de José Donoso
Nombre José Donoso
Empresa UNEF, Unión Española Fotovoltaica
Cargo Director General
Biografía

Entrevista

¿Cuáles han sido los hitos principales del sector en 2020?

Este año la Asociación Internacional de la Energía, poco dada a muestras de apoyo a las renovables, ha coronado al sol reconociendo la FV como la energía más barata de la historia y de mayor futuro para la próxima década. Y en España, donde contamos con el recurso solar, el suelo para desplegar la tecnología y con empresas punteras a nivel global, están ocurriendo cosas muy importantes.

El primer hito que hay que resaltar es que, mientras el año pasado la energía fotovoltaica registró el récord de conexión a la red con 4.200 MW, de los cuales 1.459 fueron de autoconsumo, en lo que llevamos de año, hasta el mes de octubre, hemos conectado ya 1.400 MW. Y lo más importante, este volumen corresponde a proyectos que han salido al mercado sin ninguna subvención, sin subastas, sólo a través de PPAs o merchant. 

En segundo lugar, hay que remarcar la resiliencia que ha mostrado el sector en esta situación crítica. Tras unos primeros momentos de suspenso ante la incertidumbre, las instalaciones fotovoltaicas sobre suelo han remontado, lo mismo que el autoconsumo residencial y las industrias no afectadas por la crisis de la COVID-19 que van a beneficiarse del uso de una energía mucho más barata y limpia.

Cabría subrayar en tercer lugar la culminación del entorno normativo de las energías que va a marcar la década recién estrenada. 

Estamos a las puertas de la celebración de las primeras subastas de energía renovable y de que se publique el Real Decreto de Acceso y Conexión. Ambas contribuirán a dar la estabilidad y certidumbre al sector fotovoltaico para que las empresas puedan acceder a la financiación que necesitan y se conviertan en el motor del desarrollo industrial de nuestro país. España está en situación de convertirse en el hub fotovoltaico internacional al que aspiramos en UNEF.   

 

¿Y de su asociación?

El trabajo que hemos desarrollado en UNEF ha tratado de influir en el desarrollo de este marco regulatorio que se está ultimando. Siguiendo las indicaciones de nuestros socios hemos presentado alegaciones a los proyectos de órdenes ministeriales y de leyes y realizado una importante labor de asesoramiento con administraciones locales. 

En ese sentido, hemos conseguido, gracias a una campaña liderada desde UNEF, que ocho Comunidades Autónomas hayan eliminado el requisito de una licencia de obra para instalaciones sobre tejado: Canarias, Valencia, Extremadura, Islas Baleares, Cataluña, Galicia, Castilla León y Andalucía. Muchos ayuntamientos están simplificando y agilizando procedimientos y se han establecido bonificaciones en el IBI y el ICIO.

Hemos conseguido también que se tengan en cuenta nuestras alegaciones en la regulación de los paneles bifaciales, para que sean considerados en su valor nominal y que se eliminen figuras de intermediarios innecesarios.

Nuestro evento anual, el más importante del sector en nuestro país, ha sabido adaptarse a los tiempos. Este año el VII Foro Solar, que se ha celebrado con gran éxito en formato online, ha girado en torno al papel de la FV como motor de la economía de nuestro país. 

La asociación además este año ha renovado su Junta Directiva, que ahora preside José Benjumea, de FSL Solar, por un período de dos años. En la actualidad, con 490 socios, UNEF representa a más del 85% de la facturación del sector.

 

¿Cuáles cree que serán las tendencias para el 2021?

Creemos que en el año 2021 se va a consolidar la tendencia de crecimiento del sector en términos generales. Gracias a los aspectos mencionados anteriormente, como el de la simplificación administrativa, el autoconsumo está incrementando su velocidad de implantación, tanto a nivel industrial, como en los servicios no afectados por la crisis sanitaria y a nivel doméstico.

Será el año del inicio del despliegue del autoconsumo colectivo y de las comunidades energéticas. Todo apunta también a que, debido a la reducción de costes, los sistemas de almacenamiento también serán protagonistas el año que viene. Estamos además viendo cómo las empresas invierten cada vez más en productos innovadores como el vidrio fotovoltaico, las placas flexibles, etc. Esto contribuirá a la integración de los sistemas de autoconsumo en la edificación y se favorecerá el desarrollo de ciudades más sostenibles y autosuficientes.

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