Nombre | Marcos Ros |
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Empresa | PSOE |
Cargo | Eurodiputado, doctor arquitecto y coordinador del Grupo de Amistad Nueva Bauhaus Europea |
Biografía | |
Su trayectoria profesional y política está estrechamente ligada a la arquitectura, el patrimonio, el urbanismo, la enseñanza y la investigación. Tiene, además, una amplia experiencia en restauración y rehabilitación de edificios del patrimonio histórico. Como parte de su actividad como eurodiputado ha trabajado activamente en la Nueva Bauhaus Europea dentro del Parlamento Europeo. Ha sido el iniciador y coordinador del Grupo de Amistad Nueva Bauhaus Europea, y ponente del informe de la propia iniciativa sobre la Nueva Bauhaus Europea de la Comisión CULT. |
En la actualidad es prácticamente imposible asistir a un debate sobre la arquitectura, la construcción o la rehabilitación del parque edificado y saltarse el tema de la eficiencia energética y la sostenibilidad. La iniciativa Nueva Bauhaus Europea (NBE) promueve estos factores, pero, además resalta la importancia de la estética de nuestros entornos construidos. Para conocer qué planes incluye hemos charlado con Marcos Ros, doctor arquitecto y diputado en el Parlamento Europeo en el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas Demócratas. Es miembro titular de la Comisión de Cultura y Educación y de la Comisión de Desarrollo Regional. Su trayectoria profesional y política está estrechamente ligada a la arquitectura, el patrimonio, el urbanismo, la enseñanza y la investigación. Tiene, además, una amplia experiencia en restauración y rehabilitación de edificios del patrimonio histórico Como parte de su actividad como eurodiputado ha trabajado activamente en la Nueva Bauhaus Europea dentro del Parlamento Europeo. Ha sido el iniciador y coordinador del Grupo de Amistad Nueva Bauhaus Europea, y ponente del informe de la propia iniciativa sobre la Nueva Bauhaus Europea de la Comisión CULT.
¿Cómo surgió la idea de la Nueva Bauhaus Europea? ¿Qué finalidad persigue y cómo se relaciona con la arquitectura y el diseño?
La Nueva Bauhaus Europea (NBE) surgió por primera vez en el Debate sobre el Estado de la Unión del año 2020, en plena pandemia. Fue durante el discurso de Ursula von der Leyen en el Parlamento Europeo. Ella dio a conocer este término y dijo que, para conseguir los objetivos del Pacto Verde Europeo era necesaria una oleada de renovación de edificios, pero había algo más. La Nueva Bauhaus Europea iba a acompañar esta oleada y en eso estamos actualmente trabajando.
La NBE añade el aspecto cultural y creativo a la oleada de reconstrucción y de rehabilitación energética de edificios. Será como un puente entre la cultura, las artes, el diseño, la tecnología, la eficiencia energética y la construcción. El objetivo es que no solo primen los criterios de eficiencia energética, sino que también haya criterios de buena arquitectura, de calidad y de belleza. Después del lanzamiento de esta idea se inició un proceso en tres fases: la fase del codiseño, la de resultados y la de difusión. En la fase del codiseño se realizó un proceso participativo de aportación de ideas, retos y soluciones que puedan estar en consonancia con la NBE. Tras eso, se lanzaron los tres pilares: Sostenibilidad, Belleza e Inclusión.
Lo que se pretende realmente es seguir con el Pacto Verde, que ya está en marcha y que cuenta con el apoyo político y a la vez incluir el sector de la arquitectura y del urbanismo. Como ya comenté, queremos ir más allá de contemplar exclusivamente los criterios de eficiencia energética, sino combinarlos con un movimiento cultural en el que puedan participar artistas, diseñadores, arquitectos y urbanistas. Queremos darle un alma cultural y social al Pacto Verde. A partir de aquí, es cuando empiezan a desarrollar la idea.
Desde la UE, ¿cómo se está trabajando para conseguir los apoyos para desarrollar este proyecto? ¿Con qué apoyos cuenta actualmente?
Desde los comienzos han pasado ya casi dos años y medio y en este tiempo se ha avanzado bastante. Nosotros, cuando conocimos la iniciativa dentro del Parlamento Europeo creamos un grupo de ‘Amigos de la Nueva Bauhaus Europea’, del que formamos parte 38 diputados. Nos interesaba esta iniciativa, y quisimos colaborar y empezar a fijar la posición del Parlamento. A partir de ahí empezaron a contar con nosotros, y en 2021 se lanzó la comunicación oficial. Se trata del primer documento donde la Comisión define por escrito qué es la NBE. En este comunicado, además de los tres pilares mencionados se le añadían tres principios: participación ciudadana en el proceso, transdisciplinalidad para incorporar a todas las disciplinas en los procesos, y combinación de pensamiento global con actuación local.
Después, se fijaron cuatro ejes de intervención en los que la NBE se podía desarrollar:
Además, también se propuso invertir 85 millones de euros de 2022 en la iniciativa. No era posible asignarle un programa específico porque el presupuesto ya estaba cerrado, pero sí se pudo hacerle llegar fondos de distintos programas. Posteriormente se sacaron convocatorias para ir plantando semillas de la NBE por toda la Unión Europea.
Una vez que la Comisión lanza su comunicación oficial, el Parlamento tiene que emitir una respuesta mediante un informe, del que yo fui ponente, y que aprobamos en septiembre de 2022. En ese informe nosotros le dimos la bienvenida a esta iniciativa calificándola de muy positiva.
En nuestro informe hicimos algunas reivindicaciones: Por un lado, le pedimos a la Comisión más dinero y un presupuesto estable, una partida presupuestaria dedicada para que esto tenga continuidad.En segundo lugar, le pedimos que desarrolle criterios, porque muchos gestores de proyectos públicos y privados no saben muy bien cómo cuadrar cada uno de los pilares, porque la belleza va más allá de si te gusta o no el edificio. Y, por último, una estrategia de etiquetado, porque es fundamental que la Comisión verifique que se cumpla con esos tres pilares. Si no lleva las tres, no es NBE.
"La NBE pretenderá ser un movimiento cultural que acompañe a la oleada de reconstrucción y de rehabilitación energética de edificios. Un puente entre la cultura, las artes, el diseño y la tecnología, la eficiencia energética y la construcción"
En cuanto al pilar de la belleza, y teniendo en cuenta que, en Europa, cada región tiene una historia y una arquitectura muy particulares, ¿de qué manera está planteada la NBE para que sea acorde con cada país?
Lo que nosotros hemos hecho ha sido pedir clarificar estos criterios. En enero, la Comisión publicó una guía para elaborar esos criterios. Este es el primer documento, y allí se habla de la arquitectura construida. Lo que se está haciendo es fijar para cada uno de los tres pilares diferentes objetivos, estos objetivos pueden ser más o menos ambiciosos, pero servirán para desarrollar los criterios.
Todos sabemos que los criterios serán diferentes por países, igual que los criterios de eficiencia energética, porque la arquitectura adaptada a las tradiciones culturales, al clima y a la población de cada país tendrá que ser diferente.
Básicamente, cuando hablamos de belleza hablamos también de la calidad de la arquitectura, de la adaptación del edificio a lo que los ciudadanos necesitan, como la accesibilidad, la incorporación de la movilidad en un edificio…
De los tres criterios: belleza, sostenibilidad e inclusión, la belleza es sin duda la parte más difícil de medir, pero se sabe cuándo está y además la llevan midiendo toda la vida los concursos de arquitectura estándar. A partir de ahora la belleza debe ir acompañada de las otras dos patas que definen la NBE y que son la sostenibilidad e inclusión.
¿En qué se diferencia la Nueva Bauhaus Europea de las demás iniciativas sobre sostenibilidad?
El resto de medidas son programas financieros, normativas, directivas, o son instrumentos regulatorios que se han de aplicar sí o sí, o que las convocatorias están y puedes ir a por ellas. La NBE es como un paraguas que le da cobertura a todo eso.
Por ejemplo, en marzo se aprobó en el Parlamento Europeo la revisión de la directiva de eficiencia energética de los edificios, que exige que a partir de 2028 los inmuebles de nueva construcción tienen que ser de cero emisiones, sin embargo, dentro de esa directiva hay artículos enteros destinados a la NBE. Es decir, que está apareciendo en todos los sitios. Lo que se está pidiendo es que todos los que apliquen la directiva de eficiencia energética, apliquen también los criterios de la NBE, que no solo se tenga en cuenta la sostenibilidad.
Es una iniciativa diferente y a la vez es una llamada a cambiar la manera en la que hacemos las cosas, que no llenemos la Unión Europea de entornos feos.
Ha mencionado que la Nueva Bauhaus pretende llevar la naturaleza a las ciudades, pero esto está un poco en contraposición con lo que se habla actualmente de las ‘megaciudades’. ¿Cómo va a estar enfocada la NBE dentro de esta tendencia?
Desde las instituciones públicas es difícil regular las megaciudades, porque los ciudadanos quieren concentrarse en los centros de las ciudades. Pero esto no tiene por qué ser incompatible. Tanto en un pueblo de 500 habitantes como en una ciudad de 15 millones, podemos incorporar la naturaleza y recuperarla.
Estamos hablando de una serie de medidas como pueden ser las cubiertas y fachadas verdes, los drenajes sostenibles, la conexión de espacios verdes entre sí, conseguir bajar la temperatura y subir la humedad de las ciudades, de crear más espacios de sombra… Es cuestión de repensar la ciudad, y creo que afortunadamente las tendencias de los responsables municipales están yendo en esta dirección.
La NBE no está enfocada a un tamaño de población en específico, de hecho, tiene un apartado que habla del enfoque rural, de los pueblos pequeños y de cómo mejorar su calidad de vida y su arquitectura. Incluso se considera tratar el reto demográfico y hacer que las personas vuelvan a vivir en los pueblos. Es un concepto, es una filosofía, no es un programa específico, queremos conseguir un cambio de mentalidad.
¿Cómo ve el futuro de la NBE en los próximos años y qué impacto espera que tenga en la sociedad europea en general? ¿Cómo serían nuestros entornos urbanos una vez terminado el proyecto con éxito?
Va a depender mucho de lo que pase de aquí a final de la legislatura europea. Es decir, si conseguimos que se consolide un presupuesto propio como una situación estable, y también de la implicación de todos, de los Estados miembros. Hay estados muy implicados, desde España por ejemplo ya se está dando ese apoyo desde algunos Ministerios con diferentes convocatorias que han incorporado los criterios de la NBE, aunque aún no están del todo definidos. También del compromiso de los responsables políticos a todos los niveles, nacional, regional y local, y de la respuesta de la Comisión a la exigencia del Parlamento de crear un presupuesto para que esto vaya generando estabilidad.
Creo que hay una visión positiva, y es que el sector de la arquitectura y del urbanismo, al que pertenezco cuando no soy diputado, ha tenido muy buena acogida. Los Colegios de Arquitectos y los Consejos de toda la Unión Europea están encantados con esta iniciativa, porque sienten que es la primera vez que alguien les está llamando desde la Unión a participar en algo que es para lo que estamos formados, para hacer las ciudades más bellas, más agradables y amables con los ciudadanos, los edificios más accesibles. Se siente que, por primera vez, no solo hay convocatorias de ayudas para la eficiencia energética, ahora se está llamando al diseño de la buena arquitectura para esta oleada de renovación.
Si hay un buen empuje de las instituciones públicas puede suponer un cambio en nuestro paisaje diario. Si no hay empuje irá muriendo y terminará siendo una iniciativa que se quedó por el camino.
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