Según Eurostat, la factura eléctrica de los hogares ha subido un 14,7% en el último año y la Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas cerca de un 12%. El incremento del término fijo en las viviendas con calefacción, junto a la subida del IVA, los peajes y el sobrecoste del apagón de abril, explican este encarecimiento.
Pese al descenso del precio mayorista gracias a las energías renovables, lo cierto es que los consumidores no han notado esa bajada en sus recibos.
A esta situación se suma el envejecimiento del parque residencial español, donde más del 80% de los edificios tiene más de 30 años y cerca del 40% fue construido antes de que existieran normativas de eficiencia energética. Esta realidad convierte a la rehabilitación y al aislamiento en una alternativa no solo para ahorrar energía, sino también para mejorar el confort y reducir las emisiones de CO2.
En este contexto, Molins anima a “abrigar los edificios por el exterior” mediante soluciones como el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), que se adapta tanto a obra nueva como a la rehabilitación de edificios existentes. Este sistema crea una envolvente térmica continua que reduce las pérdidas de calor en invierno y el exceso de temperatura en verano, sin restar espacio útil al interior.
Desde el negocio Construction Solutions de Molins también explican que el aislamiento por el exterior combina ahorro económico, confort y sostenibilidad, ya que disminuye la demanda energética y contribuye a la reducción de emisiones derivadas del uso doméstico de energía.
Además, recuerdan que los fondos europeos Next Generation están disponibles hasta mediados de 2026, lo que supone una oportunidad única para rebajar la factura de la luz al tiempo que impulsar la rehabilitación energética de viviendas y mejorar la calificación energética del parque residencial.
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