Un año después del temporal que arrasó la Comunidad Valenciana, los técnicos Grupo FAIN han recuperado más del 80% de sus 427 equipos dañados. La compañía española reforzó su equipo con profesionales desplazados de otras regiones y países, y habilitó dos espacios adicionales para acelerar la logística de materiales y repuestos. Grupo FAIN ha hecho balance de un año de trabajo intenso en la región, subrayando la importancia del sector de la elevación como pilar del bienestar y la movilidad diaria, especialmente en emergencias y catástrofes naturales.
Hace un año, la DANA que golpeó la Comunidad Valenciana paralizó miles de hogares y negocios. Las lluvias torrenciales anegaron calles, garajes y edificios enteros. En apenas unas horas, más de 427 ascensores gestionados por Grupo FAIN quedaron fuera de servicio, afectando a miles de vecinos. Hoy, gracias al esfuerzo colectivo y a la coordinación técnica, más del 80% de esos equipos ya están operativos, y el resto —los más complejos, que requieren sustituciones completas o modificaciones de gran envergadura— se encuentran en fase final de reparación.
La respuesta fue inmediata. En los primeros días tras el temporal, la Delegación de FAIN en Valencia reorganizó por completo su operativa, reforzó su plantilla con técnicos desplazados de otras regiones y de fuera de España, e incorporó una nueva nave logística de más de 1.000 m² para almacenar materiales y repuestos. Además, se establecieron reuniones diarias de coordinación con la dirección del grupo para planificar los trabajos y priorizar las intervenciones más urgentes, especialmente en comunidades donde residen personas mayores o con movilidad reducida.
En circunstancias normales, un proyecto de sustitución o reemplazo de ascensor puede requerir entre ocho y doce semanas de trabajo, dependiendo del modelo y la estructura del edificio. Sin embargo, en Valencia, los equipos de Grupo FAIN lograron reducir drásticamente esos plazos gracias a una respuesta ininterrumpida, con turnos ampliados, fines de semana operativos y una red logística reforzada.
«Lo que vivimos en Valencia fue un desafío técnico y humano sin precedentes. Nuestros equipos demostraron la vocación de servicio que define al sector de la elevación: un trabajo muchas veces invisible, pero absolutamente esencial para la vida diaria», explica Sergio Mayo, Manager de Servicio de FAIN en Valencia.
Un sector invisible que sostiene la vida diaria de millones de personas
El sector de la elevación rara vez aparece en el foco mediático, pero su papel es determinante en la movilidad cotidiana. Más del 70% de los españoles vive en edificios con ascensor, y miles de personas mayores o con discapacidad dependen de él para algo tan básico como salir de casa. En la DANA, muchos de esos vecinos quedaron atrapados durante días.
Durante este año, Grupo FAIN ha trabajado no solo para devolver la normalidad, sino también para mejorar sus protocolos de actuación ante emergencias o catástrofes naturales, compartiendo su experiencia con las autoridades y el sector. La compañía ha reforzado la formación de sus técnicos en gestión de crisis, revisado sus planes de abastecimiento y promovido medidas de prevención para situaciones similares.
«Cada ascensor que vuelve a moverse representa mucho más que un avance técnico: es la historia de una comunidad que recupera su independencia», señala Mayo. «Las emergencias nos enseñan quiénes somos, y en nuestro caso nos reafirmaron en algo que siempre hemos tenido claro: servir a las personas sin descanso hasta devolver un servicio tan esencial al 100% de los afectados por la DANA», concluye.
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