Uno de los desafíos más recurrentes en las fachadas con SATE es la presencia de puentes térmicos. Estos se caracterizan por ser zonas donde ocurre una mayor transmisión de temperatura debido a discontinuidades o variaciones en el material aislante. En el contexto del Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), estos puentes térmicos suelen formarse en juntas de dilatación, elementos estructurales como pilares y vigas, uniones de ventanas y puertas, así como en puntos de anclaje.
Minimizar estos puentes térmicos es especialmente viable en los puntos de anclaje mediante el uso de fijaciones apropiadas. Sin embargo, las fugas de temperatura no son el único desafío que puede surgir si no se emplea el material específico adecuado para la instalación de cargas en fachadas con SATE.
Los 5 obstáculos de la instalación en SATE
Para evitar estos problemas, es crucial utilizar fijaciones específicas diseñadas para trabajar con sistemas de aislamiento térmico como el SATE. Estas fijaciones están diseñadas para minimizar la penetración a través del aislamiento y reducir la posibilidad de puentes térmicos. Además, es importante seguir prácticas de instalación optimas asegurándose que el aislamiento esté correctamente sellado y protegido contra la penetración de agua.
Instalar cargas pesadas en SATE: el mayor desafío
Las cargas pesadas son las más difíciles de instalar en SATE debido a la necesidad de garantizar estabilidad y seguridad. El SATE se compone de un material que no es lo suficientemente robusto para soportar altas cargas por sí solo, por lo que es esencial atravesar el aislamiento y fijar la carga directamente al material base de la fachada.
Existen soluciones específicamente diseñadas para superar los desafíos de la instalación de cargas pesadas a través del SATE. Estos sistemas incluyen módulos de separación térmica que eliminan eficazmente los puentes térmicos, protegiendo tanto la instalación como el aislamiento de la formación de moho y de las pérdidas de energía.
Es crucial que la junta de sellado esté fabricada con EPDM y diseñada para soportar vientos de hasta fuerza 11 (tormenta violenta). Esto asegura que se minimicen los movimientos y las fuerzas ejercidas sobre la carga, manteniendo un sellado efectivo.
Para seleccionar una fijación adecuada, es recomendable optar por productos con homologación ETA. La homologación ETA certifica que las fijaciones cumplen con los más altos estándares de calidad y desempeño, además de asegurar que cumplen con las regulaciones y normativas europeas. También contribuye a optimizar la eficiencia energética del sistema SATE al minimizar los puentes térmicos.
En conclusión, para asegurar la instalación de cualquier carga sobre SATE, es fundamental emplear soluciones especializadas. En concreto, para instalar altas cargas, es esencial que cuenten con homologación ETA. Esta medida no solo garantiza la estabilidad y seguridad requeridas, sino también garantiza la continuidad de la eficiencia energética del edificio.
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