Las altas temperaturas ya asoman y millones de personas se preparan para volver a sus segundas residencias. Pero ¿están estas viviendas listas para afrontar el calor del verano?
Hasta hace unos años, quizá no era tan necesario tener aire acondicionado en las segundas residencias: el clima era más suave, y el uso esporádico no justificaba una gran inversión. Pero ahora, con veranos cada vez más extremos y estancias más frecuentes, contar con un sistema de climatización eficiente se ha convertido en una necesidad.
Los sistemas de climatización son fundamentales para lograr los objetivos de eficiencia energética y descarbonización fijados por la UE, especialmente en el camino hacia la neutralidad climática en 2050. En este contexto, la aerotermia emerge como una solución limpia, eficiente y estratégica para la climatización de edificios, al aprovechar la energía renovable del aire mediante bombas de calor. Esta tecnología, comparable al papel del coche eléctrico en la movilidad, es viable tanto en obra nueva como en rehabilitación, y ofrece una mejora real en la eficiencia energética del parque inmobiliario, con retornos de inversión atractivos y cumplimiento normativo garantizado.
Los edificios en Europa son responsables de aproximadamente el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), según datos recientes de la Comisión Europea. Esta cifra incluye tanto las emisiones directas como las indirectas. Además, los edificios consumen cerca del 40% de toda la energía en la Unión Europea, lo que los convierte en un objetivo clave para las políticas climáticas.
Daikin propone sistemas de refrigeración eficientes basados en aerotermia para disfrutar del verano con confort, ahorro energético y menor impacto ambiental, incluso en segundas viviendas a las que damos menos uso.
A medida que las olas de calor se vuelven más intensas y frecuentes, Daikin recomienda anticipar la activación de los sistemas de climatización y comprobar su funcionamiento antes de las semanas de mayor uso. En el caso de la aerotermia, un buen mantenimiento y una configuración adecuada del termostato permiten maximizar la eficiencia y evitar picos de consumo.
Además, si se combina con instalaciones solares fotovoltaicas, la climatización por aerotermia puede llegar a ser casi autosuficiente durante los meses de verano, reduciendo aún más la factura eléctrica.
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