En la transformación sostenible del sector de la edificación, los materiales cerámicos se han convertido en un elemento fundamental que favorece, gracias a su sostenibilidad y durabilidad, la obtención de los sellos medioambientales más importantes, como LEED, VERDE o BREEAM.
Las seis familias de productos cerámicos –ladrillos cara vista, adoquines, bovedillas, tableros, tejas y ladrillos y bloques para revestir- son fabricados a partir de materiales de origen natural, como es la arcilla, permitiendo además gracias a su reciclaje un compromiso de economía circular pudiendo incluso ser utilizados para la propia fabricación de nuevos productos cerámicos, en un ciclo cerrado de reciclaje.
Sus mayores prestaciones térmicas y acústicas o su largo ciclo de vida frente a otros materiales aportan a cualquier proyecto que incluya sistemas cerámicos un mayor compromiso medioambiental facilitando el camino hacia la descarbonización del parque edificado para 2050.
Un compromiso medible y demostrable, como en el caso de los ladrillos y bloques cerámicos frente a los de hormigón, en base a dos aspectos clave:
Los sellos sostenibles internacionales BREEAM y LEED y el español VERDE valoran de manera positiva y con alta puntuación que los materiales empleados en el edificio evaluado tengan una Declaración Ambiental de Producto (DAP), como ocurre en el caso de los ladrillos y bloques cerámicos. A diferencia de las DAP de los ladrillos y bloques cerámicos, la Autodeclaración Ambiental -ADAP- (ecoetiqueta tipo II) de los ladrillos y bloques huecos de hormigón no cuenta con la intervención posterior de un Administrador de Programa reconocido que haga una verificación de la conformidad de la DAP con las normas y reglas de aplicación, la metodología (incluyendo el ACV), así como la calidad y exactitud de los datos.
Esto es, mientras que la Autodeclaración solo analiza tres puntos en la etapa del hormigón (obtención de materias primas, transporte y fabricación), la DAP presenta tres etapas más (proceso de construcción con dos puntos -transporte y construcción-; etapa de uso con siete puntos -uso, mantenimiento, reparación, sustitución, rehabilitación, uso de energía en servicio y uso de agua en servicio- además del fin de vida -deconstrucción o demolición, transporte, tratamiento de residuos y eliminación de residuos-). En total, el alcance de las DAP de los materiales cerámicos desarrolladas por Hispalyt llega a 16 puntos, frente a solo 3 en la ADAP de los bloques de hormigón.
Ladrillos y bloques cerámicos para conseguir los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética
Los materiales de construcción juegan un papel muy importante en la descarbonización de la economía, en la eficiencia energética y en la salud de los ocupantes de los edificios proyectados o rehabilitados. En el caso de las soluciones constructivas cerámicas cuentan con materiales resilientes y con una larga vida útil de 150 años, y sus altas prestaciones contribuyen al bienestar y salud de las personas que habiten estos edificios. Así, la elección de estos productos se antoja como una decisión fundamental para el buen destino del edificio.
“Paredes de ladrillo, soluciones que cumplen”
El Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana desarrolla, junto a Hispalyt, la campaña “Paredes de ladrillo, soluciones que cumplen”, cuyo objetivo es mostrar las prestaciones y ventajas de las soluciones para fachadas y tabiquería interior para el cumplimiento integral del Código Técnico de la Edificación.
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