Los espacios al aire libre han dejado de ser ambientes aislados y sin contexto, para complementarse e incluso convertirse en una acertada extensión de la propia vivienda, donde integrarse y conectar con la naturaleza. Pero, especialmente, se conciben para socializar, disfrutar y… relajarse.
Esta es la propuesta de DOSALCUBO —el estudio de arquitectura e interiorismo compuesto por Javier Paramo, David Moya y Helen Sánchez— para transformar una terraza de una residencia situada en el privilegiado barrio de La Moraleja (Madrid), en un espacio multifuncional para ser utilizado todo el año. Inspirado en el concepto de ‘refugio’, esta zona ‘outdoor’ se convierte en la protagonista indiscutible de esta vivienda, donde organizar reuniones y veladas con encanto bajo la luz de la luna o simplemente para disfrutar de un desayuno reparador al aire libre.
El equipo de DOSALCUBO, especialista en crear espacios que cuentas historias, pero sobre todo que emocionan y consciente de su potencial que, hasta entonces, tenía un uso limitado, lo ha transformado en una terraza funcional y muy atractiva. A su vez, fomenta nuevas dinámicas y encuentros sociales entre los residentes de la casa y sus visitantes. Se trata de un espacio generoso abierto y cubierto, adyacente al salón principal y que cuenta con acceso directo al jardín. Su privilegiada ubicación consigue que el interior y el exterior se interconecten y se complementen sin límites.
Un lugar de reunión que conserva la calidez del hogar, gracias a su diseño de un porche de verano de líneas cuadriculares, cuya versatilidad lo convierten en un lugar perfecto en verano, pero también en invierno.
Una de las apuestas más interesante del estudio es el revestimiento de una de las paredes en cerámica negra. Gracias a su textura y color se consigue añadir elegancia y profundidad a este espacio exterior, pero también aporta sensación de volumen. Para el pavimento, en cambio, se integra una versión más ‘terrenal’, mediante la combinación de tonos grises y cobrizos que se complementa con una alfombra de grandes dimensiones, que juega con estas mismas tonalidades. Un elemento que aporta confort al espacio y que cuenta con una alta capacidad de resistencia ante las extremas condiciones que se viven en el exterior.
Precisamente, DOSALCUBO consigue mediante la apuesta decorativa, que ha cuidado y mimado al detalle, crear un espacio vanguardista con piezas diseñadas y seleccionadas para brindar una experiencia de lujo y serenidad, pero también un ambiente íntimo y acogedor.
Destaca una imponente luminaria de techo con ventilador, en forma de cúpula, que sirve para unificar todo el espacio, perpetuando el concepto de ‘refugio’ a toda la estancia. Gracias a su revestimiento en tela de gasa aporta ligereza y frescura, pero también confort que se perpetua con el amplio sofá de obra en color blanco que preside todo el espacio. Es el elemento de comodidad necesario que, pensando en su mantenimiento y uso, se ha tapizado en una tela autolimpiable, diseñada especialmente para exteriores.
Otro de los focos está en la mesa central de gran tamaño, revestida con una cerámica exclusiva de la marca Mutina, con destacados motivos geométricos en blanco y negro, que permite servir a todos los puntos del sofá. Una de las particularidades de esta mesa es que cuenta con un hueco central completamente versátil, ya que puede utilizarse como cubitera, pero también como chimenea perpetuando su uso también en invierno, aunque también puede taparse según las necesidades.
El espacio se complementa con textiles del hogar en tonos pastel que suman para aportar el confort que requiere el espacio, donde la iluminación juega un papel importante para convertir cada velada en un momento especial.
De ese modo, DOSALCUBO ha diseñado una iluminación LED en tres niveles para crear experiencias al aire libre. La primera de ellas se sitúa en la propia luminaria. Para ello, en el aro inferior de esta pieza se proporciona una iluminación homogénea a todo el conjunto. Para aportar intimidad, el respaldo del sofá de obra permite crear ese ambiente idóneo, para la interacción de las personas que disfrutan de este espacio. Mientras que en el rodapié del propio sofá se sitúa la tercera luz que crea ese efecto de ligereza y una sensación de suspensión. Con esto, se consigue que la terraza de esta residencia privada no solo sea un espacio funcional, sino que también se convierte en un lugar donde crear y vivir experiencias sensoriales.
En resumen, se trata de una intervención que permite dar una segunda vida a una terraza, hasta entonces, con poco uso estableciendo, a su vez, una transición fluida entre el interior y el exterior de esta residencia privada, huyendo del concepto que los espacios ‘outdoor’ son solo para el verano y redefiniendo el concepto de hogar.
Mediante el estudio en profundidad de las posibilidades que ofrece el propio espacio, DOSALCUBO consigue diseñar un ambiente íntimo, desarrollado bajo el concepto de ‘refugio’ que remite directamente a la idea de protección y recogimiento, pero trasladado al aire libre y en contacto directo con la naturaleza, multiplicando así las interacciones humanas, para disfrutar al máximo lo que la vida nos proporciona.
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