La eficiencia energética es un desafío corporativo esencial en nuestros días y uno de los grandes retos de sostenibilidad globales. La gran pregunta es cómo reducir el consumo energético al máximo, sin que se vean afectadas la comodidad y productividad de empresas y entidades. El sector de la construcción y gestión de edificios es especialmente contaminante y el causante directo del 40% de las emisiones perjudiciales para el clima que se generan mundialmente. Es decir, las grandes torres de oficinas que pueblan las ciudades son los principales consumidores de energía a escala global, como reconoce el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Por eso, se considera que la iluminación, climatización y seguridad de los edificios son las tres palancas fundamentales para mejorar la eficiencia energética.
“Con el telón de fondo de las incertidumbres políticas, el aumento vertiginoso de los precios de la energía y los notables efectos del cambio climático es necesario actuar de inmediato. En estos momentos de crisis, ser eficientes y ahorrar energía se trata también de una cuestión económica”, señala Luis Claver, director general de B.E.G. Hispania.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el consumo de energía para un edificio tipo es de aproximadamente 95 kWh/m2 por año. En esta línea, se espera que el uso de detectores de presencia en edificios aumente, pues proporcionan ahorros de energía significativos al evitar el uso innecesario de iluminación, calefacción y aire acondicionado en áreas desocupadas. Además, estos dispositivos también pueden mejorar la comodidad de los ocupantes al proporcionar un ambiente adecuado cuando están presentes en una habitación.
Hoy en día, es posible reducir el consumo de energía, sin perder un ápice de confort. Es, en este escenario, donde la automatización de edificios con control de presencia juega un papel fundamental, ya que esta tecnología contribuye a reducir el consumo energético en cualquier espacio. Los sistemas de control de presencia, como los sensores de movimiento y los temporizadores, pueden mejorar significativamente la eficiencia energética de un edificio al reducir el consumo de energía cuando no hay personas presentes en un área del edificio.
Por ello, B.E.G., líder europeo en tecnologías de iluminación y control de presencia, explica cómo estos sistemas pueden mejorar la eficiencia energética:
En general, los sistemas de control de presencia mejoran la eficiencia energética de un edificio, al reducir el consumo de energía cuando no se necesita iluminación o climatización en una zona concreta. Esto puede ayudar a reducir el coste de la factura de energía del edificio y reducir su impacto ambiental.
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