Un estudio muestra la dificultad para acceder en España a las ayudas para la instalación de bombas de calor, una tecnología clave para alcanzar los objetivos climáticos de la UE para 2030. Se trata del primer informe comparativo de este tipo que aborda varios países del continente europeo.
El think tank Reform Institute ha analizado las políticas públicas de apoyo que se están aplicando en 10 países (9 de la UE más el Reino Unido) que concentran el 81% de la demanda combinada de energía de los hogares de la UE y el Reino Unido. El estudio concluye que ningún país europeo ha aplicado políticas suficientemente sólidas para impulsar la adopción generalizada de bombas de calor. Incluso los más avanzados, como Francia, Chequia, Polonia y Alemania, tienen un margen de mejora significativo a la hora de proporcionar a los ciudadanos acceso a soluciones asequibles de calefacción y garantizar una transición a un suministro de calor sin combustibles fósiles.
España se sitúa en el penúltimo lugar de los países analizados con una puntuación de 51 sobre 100. Entre las principales recomendaciones que ofrece el estudio para el caso español se encuentran aumentar el importe de la subvenciones disponible para los hogares, mejorar la experiencia del consumidor con una mejor información y una mayor previsibilidad de los programas de financiación, así como implantar un sistema en el que las subvenciones se deduzcan directamente del coste inicial.
Tras ser propuesta como vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera tendrá entre sus responsabilidades acelerar el despliegue de esta tecnología en toda la UE. De hecho, el Ejecutivo comunitario prometió un “plan de acción’ en este sentido que debía publicarse a finales de 2023, pero aún no se ha hecho público a pesar de que 15 Estados miembros, entre ellos España, pidieron en mayo a través de una carta “fijar una dirección clara” para el sector.
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Reacciones de organizaciones españolas sobre las ayudas para bombas de calor
Francisco Zuloaga, consultor de ECODES y experto en calefacción renovable, “Si España quiere seguir liderando la transición energética, debe situar el apoyo a la calefacción y refrigeración limpias, y a las bombas de calor en particular, en el centro de su agenda. El Gobierno debe simplificar los planes de apoyo, haciéndolos más fáciles de entender y estables en el tiempo. Debe informar mejor a los ciudadanos de las ayudas disponibles y ofrecerles apoyo durante todo el proceso de solicitud. Y debe garantizar que las ayudas lleguen a los ciudadanos, y en particular a los más vulnerables, sin pagos por adelantado. Si se hace esto, el mercado crece”.
Ismael Morales, responsable de políticas climáticas de Fundación Renovables, “Aumentar la electrificación de los sectores de la edificación, sobre todo en climatización, es una cuenta pendiente para España y una medida tanto de adaptación como de mitigación. Como evidencia el informe, el potencial de las bombas de calor como sustituto de calderas es una realidad tecnológica y de mercado, y crear un plan estatal de financiación pública para las bombas de calor es una obligación si no queremos quedarnos atrás. Estos planes tienen que agilizar y digitalizar la tramitación, subvenciones deducibles de la inversión inicial, aumentar el alcance geográfico, llegar a los más vulnerables y edificios más antiguos”.
Marta San Román, directora general de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC), “Este informe muestra un análisis exhaustivo de las subvenciones a las bombas de calor en Europa. Aunque los incentivos siguen siendo necesarios en este momento, confiamos firmemente en futuros modelos de financiación nuevos, alternativos y disruptivos que impulsen la rápida implantación de las tecnologías de bombas de calor, basados en esquemas público-privados y en conceptos de ahorro futuro, que permitan a las familias con rentas más bajas disponer de una ayuda inicial para la inversión inicial, permitiéndoles así disfrutar de una fuente de calefacción y refrigeración eficiente, no contaminante y renovable a un precio mucho más asequible que los sistemas de calefacción tradicionales durante el ciclo de vida”.
Soledad Montero, responsable de energía de la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, "Instalar un sistema de aerotermia para sustituir el gas es la solución más eficiente, económica y sostenible para la calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria de una vivienda, porque aporta 3 o 4 veces más energía de la que requiere para su funcionamiento. Además, los gastos de los suministros se unifican en una única factura y el gasto económico del hogar se reduce. Nuestros gobiernos deben tomar medidas para garantizar que todas las personas puedan hacer frente a la alta inversión inicial que supone la instalación y la maquinaria y beneficiarse de las ventajas de la electrificación".
Las bombas de calor, clave para la descarbonización de edificios
La bomba de calor es un equipo de climatización que aprovecha los recursos naturales (aire, agua, tierra) para proporcionar no solo calefacción, sino también refrigeración y agua caliente durante todo el año. Se trata de la medida más eficiente para descarbonizar los edificios en España, ya que consiguen mejorar la calificación energética a una C en los tres climas mayoritarios de nuestro país (mediterráneo, atlántico y continental) para un edificio tipo. Su valor añadido más importante es que al funcionar con electricidad permite la descarbonización de los sistemas de calefacción. Por tanto, su uso en edificios, industria o redes de distrito es clave para reducir los gases de efecto invernadero y alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo y de REPowerEU.
La nueva Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (EPBD, por sus siglas en inglés) fija 2040 como fecha límite para que los gobiernos nacionales eliminen gradualmente las calderas de combustibles fósiles. Además, a partir de 2025 los países de la UE no podrán ofrecer incentivos económicos a la instalación de dichas calderas. El 70% de las viviendas principales en España se calientan con sistemas basados en combustibles fósiles, según datos de la ERESEE recogicos en la Hoja de Ruta de la Calefacción Renovable.
Las ventas de bombas de calor disminuyeron en el primer semestre de este año un 47% en comparación con el mismo período de 2023, según la Asociación Europea de Bomba de Calor (EHPA). En España, si bien las ventas alcanzaron las 209.000 unidades en 2023 -un 13% más que el año anterior-, el país cuenta con solo unas 80 bombas de calor por cada 1.000 hogares (31 unidades por cada 1.000 habitantes), una cifra inferior a la de otros países como Francia, Italia o Finlandia.
Según los datos de ejecución de fondos gestionados por el IDAE y canalizados a las comunidades autónomas en el Programa de Ayudas para Autoconsumo, Renovables Térmicas en el Sector Residencial y Almacenamiento, el porcentaje de resoluciones resuelto sobre el presupuesto total (660 millones de euros) es del 59% (a fecha de 14 de octubre). En este programa se incluyen las subvenciones para la instalación de bombas de calor.
Una de las principales recomendaciones políticas de la Hoja de Ruta de la Calefacción Renovable, elaborada por una plataforma de asociaciones empresariales, centros de investigación y organizaciones profesionales y medioambientales, es facilitar los trámites burocráticos para evitar retrasos administrativos y garantizar que las personas en situación vulnerable puedan conseguir la financiación necesaria. Según CECU y otras organizaciones, el actual sistema de ayudas públicas para la rehabilitación energética y la instalación de energías renovables es “injusto, obsoleto e ineficaz y deja de lado a las personas que más las necesitan”.
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