Con vistas a Montserrat y en medio de un enclave más que natural, el nuevo centro logístico de Johnson Controls-Hitachi Air Conditioning funciona ya como centro clave de distribución que sustituye los numerosos almacenes que tenían repartidos por toda Europa para aunarlo todo en un único centro ubicado en Masquefa (Barcelona) y un almacén en Reino Unido.
El objetivo de esta apertura es el de “optimizar las operaciones, acelerar las entregas y mejorar la satisfacción del cliente”. Además, la decisión de la ubicación responde a un estudio realizado por la compañía, siendo Masquefa el lugar elegido para llegar perfectamente a sus potenciales clientes en un plazo de 2 o 3 días - con variaciones en función del destino-.
El nuevo edificio posee una superficie de 28.000 metros cuadrados, con 35 muelles de carga y una capacidad de 12,2 toneladas de almacenamiento en altura. Su presentación tuvo lugar el 29 de enero, con la presencia de Gianfranco Calice, country manager de Italia, y Laura Masiero, directora de operaciones en Europa.
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La unión de Johnson Controls e Hitachi supuso un antes y un después en el sector de la climatización.
“Desde nuestra compañía somos capaces de hacer frente a cualquier reto de la climatización en la actualidad, desde la descarbonización hasta la incertidumbre económica”, expresó Gianfranco Calice, quien además aseguró que el objetivo de esta nueva apertura es “seguir demostrando a nuestros clientes que no nos quedamos en realizar un buen producto y ya, sino que los acompañamos con cualquier problema que pueda surgir a posteriori”.
“El edificio representa un claro ejemplo de cómo pueden coexistir la sostenibilidad y la colaboración con la comunidad local y el desarrollo económico”, explicó Laura Masiero. Para ello, el edificio es una integración armoniosa en el entorno natural. También, se dio prioridad al uso de materiales reciclables y reciclados, así como de materiales de origen local.
Además, el edificio está diseñado para incorporar sistemas fotovoltaicos. GLP, la empresa encargada del desarrollo del centro, reubicó un estanque natural de anfibios existente, aumentando su superficie en más de un 200% y proporcionando un hábitat para que las especies prosperen.
“Masquefa es una prueba de que se puede construir una industria respetando el entorno”, celebró Masiero.
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