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13/10/2025 / Patricia Ordiz

Hispalyt celebra un foro especializado en fachadas industrializadas

 

La Jornada “Fachadas Industrializadas con Ladrillo”, celebrada el 8 de octubre de 2025 en la sede de Hispalyt durante la Semana de la Arquitectura en Madrid, reunió a arquitectos, ingenieros, fabricantes y representantes de la administración para debatir cómo el ladrillo cerámico está redefiniendo el concepto de industrialización en la construcción.

Organizada de forma híbrida —presencial y online—, la sesión fue un espacio de intercambio de conocimiento técnico y estratégico, con ponentes que demostraron que tradición y tecnología no son opuestos, sino aliados naturales en el camino hacia una edificación más sostenible, eficiente y humana.

La secretaria general de Hispalyt, Elena Santiago, abrió la jornada recordando el papel histórico del ladrillo en la arquitectura española y su vigencia en el contexto actual de industrialización. Señaló que el evento buscaba demostrar que los materiales cerámicos no solo se adaptan a los nuevos métodos productivos, sino que lideran el proceso de transformación hacia una construcción más limpia, precisa y digitalizada.

El director general de Piera Ecocerámica y miembro del Comité Ejecutivo de Hispalyt, Luis Pinardel, subrayó que la industrialización representa una oportunidad histórica para el sector. “La cerámica —afirmó— está en el centro del cambio: es sostenible, duradera y compatible con los sistemas más avanzados”. También presentó a los ponentes principales —Vicente Sarrablo, Juan de las Navas, Patricio Martínez, Alberto Martínez y Julián Domínguez—, así como a Maribel Vergara, directora del PERTE de la Industrialización de la Vivienda.

 

Vicente Sarrablo: la cerámica como tecnología avanzada

El arquitecto y catedrático Vicente Sarrablo inauguró el bloque técnico con una exposición magistral sobre los sistemas industrializados con ladrillo.

Comenzó mostrando un panel prefabricado íntegramente en ladrillo y mortero para demostrar que el material más antiguo puede ser también el más moderno si se incorpora al flujo de la industria 4.0.

Sarrablo clasificó tres familias principales: veturestejidos cerámicos y paneles.

Los vetures combinan en un solo producto aislamiento, protección y acabado cerámico. Inspirados en patentes francesas de los años 80, trasladan al taller procesos que antes requerían hasta trece capas en obra, reduciendo errores y tiempos. En España, el sistema Termoklinker del grupo La Paloma marcó un hito con paneles ligeros y manejables que reproducen la apariencia del ladrillo tradicional con un rendimiento térmico superior.

En el segundo gran grupo, los tejidos cerámicos, estaría Flexbrick, desarrollado junto a Piera Ecocerámica y Malpesa, consiste en insertar plaquetas dentro de una malla metálica flexible que permite crear fachadas, celosías o pavimentos “tejidos”. Su versatilidad ha inspirado proyectos como el Jardín Niel de Toulouse, premiado internacionalmente, y múltiples edificios donde la fachada actúa como una piel textil de cerámica, ligera y expresiva.

Sarrablo destacó el potencial estético y técnico de este sistema, capaz de combinar industrialización y arte, y mostró cómo estudios como PMMT han llevado el concepto hasta sus límites, aplicándolo a hospitales, viviendas y rehabilitaciones emblemáticas.

La tercera familia, los paneles con acabado cerámico, abre un nuevo capítulo: desde paneles mixtos hasta muros de fábrica industrializados por robots.

Sarrablo mostró ejemplos europeos donde los ladrillos se moldean en geometrías complejas imposibles para la mano humana, e incluso se tallan con control numérico, transformando la fachada en una escultura arquitectónica. “La industrialización —afirmó— no debe ocultar su origen en taller: debe mostrarlo con orgullo”.

Juan de las Navas: del BIM a la fábrica, de la fábrica a la obra

El ingeniero Juan de las Navas, director de IBP Construcción Avanzada, presentó un modelo integral que combina BIM, robótica, trazabilidad total y logística just-in-time.
Su sistema convierte el ladrillo y el bloque cerámico en un producto plenamente industrial, fabricado por robots en paneles de 6×3 metros listos para montar en obra.

Mediante un gemelo digital, cada elemento se diseña, fabrica y coloca con precisión milimétrica. La línea robotizada levanta fábricas con adhesivo de curado rápido, abre huecos, integra instalaciones y aplica impermeabilización con nanomateriales. El resultado: 43 m² de producción por hora y una capacidad anual de 600 viviendas, con ahorros estimados del 25 % en coste y 40 % en plazo.

Además, el sistema incluye replanteo robotizadogafas de realidad aumentadaEPI inteligentes y geolocalización de operarios, cerrando el círculo digital–físico. “La clave —explicó— no es solo fabricar paneles, sino crear un flujo coordinado y seguro donde todo encaje como un mecano”.

IBP, actualmente en fase de financiación, aspira a aplicar en un futuro este modelo en vivienda asequible y de alta calidad.

PMMT: arquitectura cerámica y ciencia del confort

El arquitecto Patricio Martínez, del estudio PMMT Arquitectura, presentó cuatro proyectos que ilustran la evolución del sistema Flexbrick y la potencia expresiva de la cerámica.

En casa TR, una vivienda unifamiliar, el sistema cerámico se transformó en un “vestido vegetal” que oculta y a la vez decora, con piezas esmaltadas por varias caras para lograr una continuidad entre fachada, celosía y pérgola.

Colaborar para sumar

En el debate final, los ponentes coincidieron en que el ladrillo y la cerámica tienen un papel protagonista en la industrialización de la vivienda.

Julián Domínguez sugirió pensar en “cerámica, no solo en ladrillo”, adaptando el material a la robótica y a nuevos formatos productivos.

Patricio Martínez recordó su condición de “material saludable y eterno”, con emisiones mínimas y envejecimiento noble, mientras que Alberto Martínez insistió en la necesidad de comunicar y mostrar ejemplos reales para romper prejuicios.

El diálogo derivó hacia la alianza cerámica–madera: estructuras ligeras de CLT o entramado con pieles cerámicas exteriores que aporten durabilidad, protección solar y textura. “No se trata de competir —afirmaron—, sino de complementarse”.

También se subrayó la importancia de la colaboración entre industria y administración, de donde surgen soluciones normativas y proyectos conjuntos.
Finalmente, Juan de las Navas recordó el peso del factor económico: “La vivienda asequible exige sistemas que sumen materiales, no que los excluyan. Solo juntos seremos competitivos”.

Conclusión: tradición, innovación y salud material

La jornada concluyó con una reflexión coral: la industrialización cerámica no significa renunciar a la tradición, sino llevarla al siglo XXI.

Desde los robots de IBP hasta Flexbrick, desde el rigor del sistema Iris hasta las soluciones BIM integrales de CIP, todos los ponentes coincidieron en que el futuro de la construcción española será cerámico, digital y colaborativo.

La sesión terminó con una sensación compartida: que la cerámica, ese material ancestral, es hoy el emblema de una nueva forma de construir. Una forma más precisa, más humana y más consciente del planeta

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