Madrid se ha consolidado como uno de los destinos predilectos en el mapa de inversiones del mercado del lujo. Una fórmula del éxito que surge como resultado de un tríptico formado por la versatilidad, el estilo de vida y la estabilidad. Derivando en un efecto embudo de capital extranjero que está evolucionando y consolidando la imagen del lujo inmobiliario.
Con este telón de fondo, el pasado jueves tuvo lugar en la calle Sagasta, 33 un evento organizado por Homely One. Reuniendo a tres voces de referencia en el sector inmobiliario para debatir sobre el futuro del lujo en la capital bajo el título El futuro del mercado inmobiliario de Madrid en el segmento del lujo. La mesa redonda tuvo lugar en el marco de la feria de Casa Decor, donde Homely One ha dado forma a los baños públicos, en el espacio Grounding. Un oasis vegetal que Víctor García, Co-fundador de Homely One, presentó junto con las arquitectas Romina Calzi y Mariana Paccieri.
Los protagonistas del debate fueron Roberto Perri, Director General de Impar Grupo; Alejandro Bermúdez, Co-Fundador y CEO de Atlas Real Estate; y Amadeo Navarro, Co-Fundador de Homely One. Durante la conversación, se desgranaron las nuevas exigencias del comprador de lujo, la situación actual del mercado y su proyección a medio plazo.
Madrid se ha convertido en uno de los focos más atractivos para la inversión inmobiliaria de alto nivel. "En 2015, la ciudad era completamente distinta. Hoy, el cliente ha evolucionado y busca en Madrid una combinación de seguridad, estilo de vida y estabilidad legal que no siempre se encuentra en otras capitales europeas", explicó Amadeo Navarro. Desde Homely One, Navarro defiende que el comprador de lujo no es homogéneo, sino que se segmenta por tramos de inversión:
Entre 1 y 2 millones de euros: predomina el comprador nacional, con una decisión racional enfocada en la ubicación y los servicios.
De 2 a 4 millones: el perfil es mixto, un cliente nacional de alto nivel junto con inversores internacionales.
A partir de los 4 millones: el comprador es mayoritariamente internacional, prioriza zonas prime y busca activos que enriquezcan su portfolio.
Por encima de los 7 millones: hablamos de "trophy assets", inmuebles singulares con un fuerte componente emocional y de exclusividad.
Alejandro Bermúdez añadió que "hace diez años el metro cuadrado del ultra lujo estaba en torno a los 15.000 euros. Hoy ese precio se ha normalizado como media en las mejores zonas de la capital. Y lo mejor: aún queda recorrido".
El concepto de lujo ha evolucionado. Ya no basta con una buena ubicación o materiales premium. "El nuevo lujo se mide en servicios. El salto en valor viene de lo que ofreces más allá del inmueble: portero, privacidad, amenities, personalización...", afirmó Roberto Perri.
La disponibilidad de espacio se ha convertido en uno de los factores más cotizados. "En el lujo, cuanto más grande, más exclusivo. En zonas prime dentro de la M-30 no hay obra nueva y hay un evidente déficit de oferta. Esto ha convertido al espacio en un bien escaso y muy valorado", apuntó Bermúdez.
Navarro señaló, además, que el lujo no se limita a la vivienda: "El lujo comienza desde que cruzas el portal. El cliente valora la experiencia completa. Y en ese sentido, las branded residences y los modelos tipo multifamily en urbanizaciones con servicios integrados están ganando cada vez más peso".
Madrid suma cerca de dos millones de habitantes más en los últimos dos años. La demanda de vivienda de lujo se dispara, pero la oferta no acompaña. "Hay tanto suelo edificable sin desarrollar que la clave no es la venta a precios altos, sino la ineficiencia en la producción de suelo y la rigidez normativa", alertó Bermúdez.
Los precios han roto todas las barreras, incluso fuera de las zonas más exclusivas. "Hoy en Madrid no hay nada por debajo de los 3.000 €/m2. El problema no es que se vendan viviendas caras, es que no se construye suficiente", apuntó Perri. Y eso afecta tanto al comprador nacional como al internacional.
Navarro, por su parte, subrayó que la configuración de los espacios es clave para que una reforma se perciba como lujo: "Un fallo en la distribución puede arruinar la venta. Invertir bien en la reforma significa invertir en funcionalidad, no solo en acabados".
El consenso entre los ponentes fue claro: el lujo ha llegado para quedarse. Aunque los precios podrían estabilizarse, el interés por Madrid no disminuirá. "Lo que esperamos es una estabilización de los precios de aquí a final de año. Pero todo lo que tenga calidad seguirá absorbiéndose", explicó Navarro.
"Madrid ofrece mucho y tiene aún mucho por ofrecer. El lujo no es una burbuja, es una realidad con fundamentos claros: diversidad de compradores, calidad de vida y una proyección internacional creciente", concluyó Perri.
En el mundo inmobiliario, el lujo se traduce en algo más que metros cuadrados o acabados de alta gama. Se trata de experiencias, de contextos y de cómo se integran la arquitectura, el entorno y los servicios en la vida diaria de quienes lo habitan. Y Madrid, cada vez más, se posiciona como una de las ciudades favoritas para vivirlo.
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