El hidrógeno es un elemento versátil que ha demostrado ser una fuente de energía prometedora en la búsqueda de alternativas más limpias y sostenibles. Su potencial como recurso renovable se deriva de su capacidad para producirse a partir de diversas fuentes, incluyendo el agua y combustibles fósiles.
El uso de este elemento no se limita únicamente a la generación de energía, sino que también desempeña un papel fundamental en aplicaciones industriales y científicas, siendo un componente esencial en la producción de productos químicos como el amoníaco y el metanol.
A medida que aumenta la adopción del hidrógeno en diversas aplicaciones, es crucial abordar la seguridad en entornos donde la presencia de este gas puede generar riesgos potencialmente explosivos. En este contexto, la tecnología de SODECA ofrece sistemas de ventilación que cumplen con los rigurosos requisitos de seguridad ATEX (Atmósferas Explosivas).
Estos sistemas están diseñados específicamente para prevenir la formación de atmósferas explosivas y, en consecuencia, minimizar el riesgo de incendio o explosión. En áreas donde la seguridad es primordial, contar con dispositivos que cumplan con los estándares ATEX es esencial para garantizar la integridad de las operaciones.
En industrias donde los riesgos de explosión son una preocupación constante, la inversión en sistemas de ventilación y dispositivos antiexplosivos puede aumentar significativamente los costos de instalación y mantenimiento. Es por eso que muchas empresas buscan reducir al máximo las áreas clasificadas como peligrosas.
Para lograr la desclasificación total o parcial de una sala o recinto con atmósfera explosiva, es necesario ventilarlo con aire que esté libre de gases o polvos explosivos. Esto se hace con el objetivo de reducir la concentración de dichos elementos por debajo de los límites de explosividad.
Para ello, los ventiladores ATEX de SODECA están diseñados para la extracción de hidrógeno y cuentan con un marcado Ex h IIB+H2 T4 Gb, lo que significa que cumplen con los más altos estándares de seguridad. Están diseñados y construidos según la Normativa Europea EN 14986:2017, lo que los hace aptos para su uso en Zona 1 (Categoría 2) y cumplen con lo dispuesto en la directiva europea 2014/34/UE.
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