27/05/2025 /
Patricia Ordiz /
334
Las viviendas sin aislar acarrean riesgos estructurales, pérdida de valor y costes energéticos al alza, según Afelma
Tener una vivienda mal aislada puede conllevar un sobrecoste energético superior a 500 euros anuales, reparaciones de daños estructurales que pueden oscilar entre 5.000?€ y 15.000?€ y una pérdida de valor del inmueble de entre un 5% y un 10%, según datos del sector inmobiliario
La Asociación Española de Fabricantes de Lanas Minerales (AFELMA) hace balance de los riesgos inherentes a la falta de aislamiento en las viviendas, destacando tanto los peligros para la seguridad como los elevados costes económicos asociados a la falta de medidas preventivas en el hogar. Por ello, desde AFELMA se lanza una llamada de atención a propietarios y empresas del sector de la construcción ante el riesgo creciente de mantener viviendas sin un adecuado aislamiento térmico y acústico.
“En un contexto de temperaturas extremas, encarecimiento energético y envejecimiento del parque inmobiliario, rehabilitar con un buen aislamiento es hoy una solución eficiente para proteger el inmueble de una forma duradera, supone una medida de ahorro que abarata costes energéticos a los inquilinos de la vivienda y es clave para que los propietarios puedan revalorizar el inmueble”, asegura Miguel Ángel Gallardo, presidente de AFELMA.
Balance de riesgos y pérdidas económicas por la falta de aislamiento
Según datos oficiales, el 58% del parque edificado en España se construyó con anterioridad a la primera normativa que introdujo unos criterios mínimos de eficiencia energética. Esto implica que millones de viviendas carecen de aislamiento térmico o lo tienen obsoleto, lo que multiplica los riesgos a los que se exponen los inmuebles y las personas que los habitan, así como el impacto económico negativo a largo plazo. Entre las principales amenazas se encuentran:
- Riesgo de incendios: las viviendas sin un aislamiento adecuado tienen mayor riesgo de sufrir daños por la propagación de incendios. El sector asegurador paga cerca de 600 millones de euros al año debido a los daños que ocasionan los incendios en inmuebles, según datos de 2023 recogidos por las asociaciones CEPREVEM y TECNIFUEGO. Una cifra que crece cada año, en parte, por la falta de viviendas rehabilitadas con medidas de protección pasiva frente a incendios.
- Exposición a temperaturas extremas: la falta de aislamiento deja las viviendas expuestas a olas de calor y frío, lo que afecta directamente al confort y puede agravar patologías respiratorias y cardiovasculares. Estas enfermedades pueden llevar a bajas laborales prolongadas y, en casos graves, a incapacidades permanentes. Esto se traduce en gastos de tratamientos y atención sanitaria y otras pérdidas económicas a largo plazo.
- Costes energéticos disparados: las viviendas sin un aislamiento adecuado pierden hasta un 30?% de la energía a través de techos, muros y suelos. Esto obliga a un mayor consumo energético para mantener una temperatura confortable. En una vivienda de 90?m², el sobrecoste anual en energía debido a la falta de aislamiento puede superar los 500?€, lo que representa un gasto adicional de 15.000?€ a lo largo de 30 años.
- Vulnerabilidad estructural: la exposición continua a cambios térmicos y humedad en viviendas sin aislamiento puede provocar fisuras, condensaciones y otros daños estructurales. Las reparaciones de estos daños pueden oscilar entre 5.000?€ y 15.000?€, dependiendo de la gravedad y extensión de los daños.
- Pérdida de valor del inmueble: las viviendas sin un buen aislamiento térmico y acústico tienen una menor calificación energética y, por ende, menor valor en el mercado inmobiliario. Un estudio del IESE y Tinsa indica que cada letra de mejora en el certificado de eficiencia energética de una vivienda puede aumentar su valor en hasta un 1,3?% de media, y hasta un 4,8?% en regiones frías. Una vivienda situada en el norte de España y valorada en 200.000€, con una mejora en la calificación energética, podría incrementar su valor en hasta 9.600€, mientras que no realizar mejoras podría traducirse en una pérdida de valor de entre un 5% y un 10%, según datos del sector inmobiliario.
Invertir en aislamiento con lanas minerales: beneficios a corto y largo plazo
El aislamiento de viviendas con lanas minerales no solo es una medida de protección que sirve para mejorar la seguridad y el confort, sino que también representa un ahorro económico significativo a largo plazo y una revalorización del inmueble. Por ello, AFELMA pone en valor las ventajas técnicas, económicas y medioambientales del aislamiento con lanas minerales:
- Eficiencia energética garantizada: proporcionan un alto rendimiento térmico y acústico que se mantiene en el tiempo, con una durabilidad equivalente a la vida útil del edificio, y sin pérdida de prestaciones, según ensayos realizados por empresas del sector.
- Protección frente al fuego: son materiales no combustibles (Euroclase A1) que no generan humos tóxicos ni gotas incandescentes, contribuyendo a frenar incendios y ganar minutos vitales en caso de evacuación.
- Sostenibilidad y salud: se trata de productos reciclables y respetuosos con el medio ambiente, que no emiten sustancias nocivas y mejoran la calidad del aire interior, además de contener hasta un 80% de material reciclado.
- Revalorización del inmueble: un buen aislamiento incrementa el confort, reduce la demanda energética y mejora la calificación energética de la vivienda, factor determinante en procesos de compraventa o alquiler.
En el contexto actual de ayudas europeas, normativas más exigentes y demanda social por viviendas sostenibles, el aislamiento con lanas minerales puede suponer una inversión de alta rentabilidad para propietarios y profesionales del sector.