Los extranjeros ya no necesitan una autorización militar para comprar una vivienda en localidades de interés estratégico para la defensa nacional

El Ministerio de Defensa ha publicado una orden de servicio dirigida a la Dirección General de Infraestructuras para suprimir la obligatoriedad de solicitar una autorización militar a los extranjeros que vayan a adquirir una vivienda en alguna localidad catalogada como de interés estratégico para la defensa nacional. La orden elimina el impacto de la ley franquista que obliga a los extranjeros no comunitarios a solicitar esta autorización a Defensa si su vivienda está ubicada en de Torrevieja, Orihuela, Pilar de la Horadada o San Miguel de Salinas.

La supresión de esta normativa (‘Reglamento de zonas e instalaciones de interés para la Defensa Nacional’, Decreto 689 de 10 de febrero de 1978) es una reivindicación histórica de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia) y ha sido posible gracias al trabajo conjunto con la Dirección General de Turismo, la Cámara de Comercio de Alicante y los diputados socialistas alicantinos, que han conseguido convencer al Ministerio del impacto negativo que este trámite tenía tanto a nivel económico como en lo referente a la imagen del país.

La orden dictada por el Ministerio de Defensa indica que en aquellos municipios afectados por la norma en los que el suelo haya sido aprobado en un plan parcial o esté calificado como suelo urbano, no será necesario realizar la solicitud de permiso militar. Solo aquellas viviendas que estén en suelo no urbanizable serán las que tendrán que pedir este permiso.

Los miembros de la junta directiva de Provia han agradecido la publicación de la orden por parte de Defensa y se han mostrado muy satisfechos por la supresión de este trámite que facilitará la llegada de nuevos residentes a la provincia de Alicante. Hoy mismo se ha otorgado la primera escritura en la provincia sin este trámite, y tal como recuerdan desde la entidad, hasta ahora en algunos casos los futuros propietarios tenían que esperar entre 6 y 8 meses para tener su vivienda en la Costa Blanca.