Las instalaciones de gas natural disponen de normativa que rigen su diseño, instalación, puesta en marcha, mantenimiento e inspecciones. Se trata de instalaciones energéticas en edificios en las que se exige mantenimiento periódico anual e inspección periódica cada lustro. La propiedad es responsable de disponer de los contratos de mantenimiento necesarios para este tipo de instalaciones.
Desde el Consejo General de Ingenieros Industriales lamentan profundamente las pérdidas humanas provocadas por la explosión causada por un escape de gas que tuvo lugar en Madrid hace dos días, por eso recalcan algunos aspectos importante en la adopción de medidas de seguridad en las instalaciones de calefacción.
Las instalaciones de calefacción y agua caliente sanitaria en edificios, al utilizar combustible para su funcionamiento, son susceptibles de poder sufrir accidentes. Los combustibles ya sean de carbón y biomasa, gasóleo o gas natural son sustancias inflamables.
Por ello se han de adoptar “medidas que eviten un vertido incontrolado y, en caso de que ocurriera, evitar que concurran las condiciones que permitan su combustión, de forma que se minimice cualquier posible riesgo para las personas y los bienes”, como apunta José Manuel Domínguez Cerdeira, miembro del Consejo General de Ingenieros Industriales.
El mantenimiento cada año, la inspección cada cinco
En el caso de las instalaciones de gas natural se dispone de una normativa que rige tanto su diseño, instalación y puesta en marcha, así como el mantenimiento e inspecciones quedeben realizarse a lo largo de toda la vida útil de la instalación. Esta normativa consiste en el Real Decreto 919/2006, de 28 de julio, por el que se aprueba el Reglamento técnico de distribución y utilización de combustibles gaseosos y sus instrucciones técnicas complementarias, en particular la ICG 07, así como la UNE-60670-2014.
De acuerdo con estas normativas, las instalaciones de gas natural son instalaciones energéticas en edificios en las que la compañía distribuidora antes de dar suministro comprueba que todas las normativas se cumplen. Además supervisa que se realice un mantenimiento periódico de las mismas cada año y una inspección periódica cada cinco años.
En relación con la seguridad en una instalación de gas para una sala de calderas centralizada, en el diseño, la normativa exige:
En cuanto al mantenimiento e inspección, la propiedad es responsable de disponer de un contrato de mantenimiento anual de la sala de calderas y cada 5 años debe encargar una inspección de la instalación de gas a una empresa instaladora de gas autorizada y registrada en la comunidad autónoma correspondiente. Esta instaladora debe informar del resultado de la inspección a la compañía distribuidora de gas, la cual si esto no se cumple, realizará la inspección de oficio.
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