Tres de los principales responsables urbanísticos del proyecto de la Prolongación de la Castellana, aprobado en 2011 con el objetivo de prolongar el eje de capitalidad de Madrid que es el Paseo de la Castellana y sustituido en 2020 por Madrid Nuevo Norte, han publicado el libro En defensa de la Prolongación de la Castellana.
Con esta obra, Luis Rodríguez-Avial, exgerente del Consorcio para la Prolongación de la Castellana, Luis Irastorza, consejero delegado de la empresa DUCH —hoy DCN— que promovió el proyecto y José Luis de Escauriaza, director técnico del Consorcio, pretenden evitar que el proyecto, calificado por Irastorza como “una oportunidad histórica para rematar el Paseo de la Castellana”, se diluya y se pierda para siempre
En el acto de presentación, presidido por Borja Carabante, concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Ayuntamiento de Madrid, han participado también Miguel Ángel Carrillo, presidente de la Fundación Caminos, Sigfrido Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid —ambas instituciones, coeditoras de la obra— y José María Ezquiaga, urbanista de prestigio y redactor del prólogo.
De este modo, la principal motivación de los tres autores es la de dar a conocer las diferentes vicisitudes del Proyecto a lo largo del tiempo, analizando de la manera más objetiva y ecuánime las dos propuestas más relevantes que se han aprobado hasta la fecha.
Para ello, se han descrito en detalle, por un lado, el Plan Parcial de Reforma Interior “Prolongación de la Castellana” —aprobado en 2011— y, por otro, el denominado Madrid Nuevo Norte —aprobado en 2020—. Tras esta labor, los autores han comparado ambos y han concluido que, en su opinión, la calidad urbanística y los estudios técnicos que dan soporte a la Prolongación de la Castellana son muy superiores a los de Madrid Nuevo Norte. “Se trata del relato de una historia que termina mal, ya que el eje urbano más importante de Madrid, su eje de capitalidad, no se va a prolongar y, por ello, no se construirá la centralidad prevista para su remate por el norte”, afirma Irastorza.
Según los autores, los miles de folios en forma de artículos de opinión y libros que se han escrito hasta la fecha sobre el proyecto de la Prolongación de la Castellana han estado motivados, en la gran mayoría de las ocasiones, por intereses económicos o políticos y muchos de los juicios se han vertido desde un profundo desconocimiento.
De ahí el enorme interés de los autores en que el público pueda disponer de un documento que analiza en profundidad, de forma justificada, racional y ecuánime, el contenido de los cuatro proyectos que se han desarrollado a lo largo del tiempo, de forma que tengan la información necesaria para compararlos y crear su propia opinión basada en hechos y no en ideas preconcebidas. “Hemos contado nuestra versión de todo lo ocurrido, desde los orígenes del proyecto en 1992 hasta su anulación en 2016”, aseveran los autores.
Tras un dilatado trabajo de análisis y redacción, Rodríguez-Avial, Irastorza y Escauriaza coinciden en que, “sin la más mínima duda, la calidad urbanística del proyecto de la Prolongación de la Castellana era superior al de Madrid Nuevo Norte”.
Para alcanzar esta conclusión, desde la “templanza” que —según los autores— dan los diez años transcurridos desde que se anulara el proyecto de la Prolongación de la Castellana, se ha elaborado también un estudio exhaustivo de Madrid Nuevo Norte, de cuya comparación con el proyecto de la Prolongación de la Castellana se desprende esa “notable pérdida de calidad urbana” que supone para la capital de España la apuesta final de su Ayuntamiento a favor de aquel proyecto. Apuesta que, si bien los autores no comparten, si entienden debido a los antecedentes y la premura de los tiempos de tramitación.
“La anulación del proyecto de la Prolongación de la Castellana supuso la pérdida de un elemento urbano que hubiera permitido rematar la ciudad por el norte siguiendo la misma pauta creativa que han venido desarrollando las generaciones de madrileños a lo largo de los últimos 250 años: el desarrollo de su eje más representativo”, argumentan los autores.
En este sentido, la Prolongación de la Castellana habría jugado un papel básico en el desarrollo de Madrid, como lo hicieron los primeros tramos —el del Salón y el del Paseo del Prado— y sus prolongaciones, diseñados por los arquitectos Hermosilla y Ventura Rodríguez por encargo del rey Carlos III.
Rodríguez-Avial, Irastorza y Escauriaza han añadido algunas razones adicionales que justifican esta pérdida de calidad urbana del proyecto de Madrid Nuevo Norte 2020 con respecto al de Prolongación de la Castellana 2011. De este modo, no prolongar la Castellana y no cubrir la Calle 30 produce una profunda discontinuidad entre dos partes del proyecto Madrid Nuevo Norte, algo que no ocurre en la Prolongación de la Castellana, donde hay una continuidad entre ambas partes situadas al sur y al norte.
Otras razones serían el determinismo en la concreción de los usos en Madrid Nuevo Norte frente a la flexibilidad de usos de la Prolongación de la Castellana, dada la incertidumbre de los ciclos inmobiliarios —por ejemplo, el que se deriva de la disminución de la demanda de oficinas debido a la implantación del teletrabajo—, una excesiva oferta de uso de oficinas —que alcanza el 60% en el caso de Madrid Nuevo Norte y el 35% y con flexibilidad en la Prolongación de la Castellana— y la importante mejora de movilidad producida en la Corona Norte por las infraestructuras de transporte público y privado por la Prolongación de la Castellana —cuantificada en unas 8 millones de horas anuales ahorradas con respecto a la situación anterior, frente a la casi nula aportación a la movilidad de Madrid Nuevo Norte—.
Por último, los autores consideran que los estudios acometidos para desarrollar el proyecto de la Prolongación de la Castellana 2011 han sido de una calidad y una ambición muy superiores a los que sirven de soporte a Madrid Nuevo Norte 2020, como lo muestra el hecho de que determinados trabajos realizados para desarrollar el primero hayan resultado ponencias en Congresos Internacionales frente a una muy escasa repercusión de Madrid Nuevo Norte en círculos académicos o profesionales —Congreso Mundial de Transporte Público de la UITP celebrado en Viena en 2009, Exposición Universal de Shangái en 2010, Congreso Internacional Inmobiliario MIPIM en Cannes en 2011 y Congreso Mundial de Edificios Verdes de Barcelona en 2014—.
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