NOHO no es solo una reforma: es una declaración. Es un espacio que fluye sin esfuerzo, que conecta con las historias íntimas de sus habitantes y que apuesta por un lujo silencioso, cálido y honesto. Antonio Matr?s firma aquí uno de sus proyectos más personales: un homenaje al diseño que no necesita gritar para emocionar, y que encuentra en la sencillez, la historia y la funcionalidad su forma más pura de belleza.
Con una narrativa que fusiona arquitectura, emoción y memoria, Antonio Matr?s Design presenta NOHO, su nuevo proyecto residencial inspirado en el espíritu más auténtico de los apartamentos industriales de Nueva York. Este proyecto se convierte en un espacio donde historia y diseño se encuentran en una convergencia serena entre funcionalidad y emoción.
Cada elemento del proyecto, desde las estructuras más esenciales hasta los detalles más delicados, ha sido diseñado para contar una historia. Concebido como un diálogo entre dos espacios independientes, pero profundamente conectados a través de una paleta cromática coherente, materiales seleccionados con precisión y una estética impecable, NOHO trasciende lo físico para ofrecer una experiencia única e inmersiva.
Primera escena: entrada a la intimidad compartida
El primer espacio se presenta como el umbral común que une dos apartamentos familiares, un punto de partida cálido y sobrio de aproximadamente 140 m² donde cada detalle está meticulosamente diseñado. Un banco-mueble recorre la estancia como una espina dorsal funcional, ofreciendo almacenamiento y una armoniosa coherencia visual. Sobre él, una lámpara lineal no solo ilumina, sino que también recibe, guía y conecta.
La guinda del espacio es una pintura al fresco en el techo, una obra personalizada que encapsula la esencia de los propietarios y transofrma el recibidor en una experiencia sensorial y emocional desde el primer paso.
Segunda escena: loft neoyorquino con alma europea
La segunda parte del proyecto revela un loft de 360 m² completamente reformado. El espacio fue vaciado hasta convertirse en una "white box", conservando únicamente su esqueleto histórico: columnas metálicas, vigas de madera originales y muros de ladrillo visto, donde las cicatrices de antiguos incendios ahora se integran como parte del relato estético que cuenta la historia del lugar.
La distribución se organiza en torno a dos grandes zonas: la zona pública, que incluye el salón, comedor, cocina abierta, alacena y un baño de cortesía, todo en un espacio fluido y sin divisiones; y la zona privada, que alberga el dormitorio y baño principal, separados por puertas correderas de vidrio traslúcido que permiten la entrada de luz natural sin comprometer la privacidad.
Materialidad, colección y autenticidad
NOHO se define por una cuidada selección de materiales: ladrillo, madera oscura, metal en tonos sobrios y vidrio texturizado. Cada elección responde a una filosofía clara: permitir que los materiales hablen por sí mismos, que el espacio respire y que la historia se vea en cada rincón.
Gran parte del mobiliario, incluida la cocina, fue diseñado a medida. Otras piezas, como la iluminación, el arte y los accesorios, forman parte de la colección personal de los propietarios, quienes entienden el diseño como una forma de coleccionismo emocional. Entre estas piezas destacan objetos únicos, como las lámparas de Apparatus que coronan tanto la mesa del comedor como la isla de la cocina.
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