En el mercado de la construcción existen soluciones para la construcción de cubiertas aparentemente más económicas y de instalación más rápida que la teja cerámica. No obstante, si estudiamos detenidamente las prestaciones de las diferentes soluciones, podemos ver que la que aparentemente es la más económica puede suponer un gasto mayor a medio-largo plazo. En el caso de las cubiertas, sin lugar a dudas, apostar por la teja cerámica es sinónimo de rentabilidad por varios motivos:
Un tejado de tejas resiste perfectamente las adversidades meteorológicas excepcionales y aquellas que se producen habitualmente en las zonas climáticas cercanas al mar o con gran humedad, sin peligro corrosión. También, en caso de zonas de exposición a fuertes vientos, al fijar las tejas se impide su desprendimiento accidental. Además, en caso de daños, basta con sustituir las tejas rotas o dañadas.
En el caso de las tejas, los fabricantes ofrecen garantía de sus productos de entre 30 y 50 años dependiendo del fabricante. Además, existen sistemas constructivos, con garantía de sistema completo de hasta 15 años.
Las tejas cerámicas ofrecen un excelente comportamiento frente al fuego. No son combustibles, no emiten gases ni humos en contacto con la llama y no contribuyen al incendio. Desde el punto de vista de la reacción al fuego están clasificadas por la Comisión Europea como A1, lo que significa que no es necesario realizar ensayos, dado su excelente comportamiento frente al fuego, garantizando la máxima seguridad para el usuario.
La microventilación en las cubiertas ventiladas de teja, amortigua los cambios de temperatura y mejora el comportamiento térmico de la cubierta, contribuyendo con ello a la máxima eficiencia energética del edificio. Esto hace que este tipo de cubiertas sean la solución ideal para la construcción de edificios de consumo de energía casi nulo (EECN) o bajo el estándar Passivhaus.
Las tejas cerámicas son respetuosas con el medio ambiente al estar hechas con materiales naturales y ecológicos. Los fabricantes de teja de Hispalyt han desarrollado la etiqueta medioambiental tipo III, conocida como declaración ambiental de producto (DAP) y la han registrado en el programa GlobalEPD de AENOR.
Hay que destacar también que existen tejas con la certificación AENOR de Carbono Neutro.
Además, los fabricantes han desarrollado unas fichas para los sellos BREEAM, LEED y VERDE que recopilan la información ambiental de sus productos según los criterios de sostenibilidad y eficiencia energética exigidos por dichos sellos, que han sido publicadas en la Plataforma de Materiales de GBCe.
Los fabricantes de teja cerámica están a la vanguardia en cuanto a desarrollo de productos y sistemas con un diseño innovador, gran planeidad y con una amplia variedad cromática y de acabados, que se adaptan a la arquitectura contemporánea.
La versatilidad de la teja cerámica, le permite incluso fusionarse con la fachada del edificio, haciendo posible proyectar obras de gran valor arquitectónico.
Además de las ventajas comentadas, las cubiertas ventiladas de teja aportan confort interior y habitabilidad también por contribuir a la calidad del aire interior, ya que tienen nulas emisiones nocivas.
Por otra parte, en las cubiertas de teja cerámica es muy sencilla la instalación de ventanas de cubierta, aportando luz natural al interior de los edificios, lo que produce bienestar y tiene un impacto positivo en el estado de ánimo y mejora la salud.
Por todos estos motivos, apostar por el empleo la teja cerámica, tanto en obra nueva como en rehabilitación de la cubierta, es todo un acierto, ya que estaremos contando con una solución con la larga vida útil que, además, nos permitirá mejorar el confort, la eficiencia y la seguridad de los usuarios de la vivienda.
El tejado de tejas, una inversión segura.
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